domingo, 10 de noviembre de 2013

Liberación del maíz transgénico en México

José Sarukhán Kermez, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coordinador general de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), dejó en claro ante legisladores del sector rural que no debe permitirse la introducción para uso comercial de maíz transgénico a México, porque es centro de origen de ese alimento básico.

El maíz transgénico constituye un riesgo sin precedentes para el cultivo del maíz, especialmente en México, donde radica la fuente de la diversidad genética de este cultivo.

Monsanto busca apropiarse del mercado mundial de la semilla de maíz, forzando por cualquier vía posible a los campesinos a usar su semilla modificada. Si consiguen entrar a México le dan el jaque mate a este cultivo. Que lástima que nuestros países sirvan de laboratorios a éstas compañías que estan envenenando al mundo.


27 Octubre, 2013 - 15:59
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Notimex via El Economista


Cada año otros países mejoran en tecnología agrícola, mientras México sigue rezagado y dependiente del maíz importado, que para conocimiento del público es transgénico, afirmó Carlos Salazar, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM).

A ello se suma la "aberración de que nosotros lo consumimos pero no lo podemos producir; conforme pasan los años nos hacemos dependientes porque las importaciones de maíz pasaron de 25 a 35%, lo que es preocupante y los productores necesitamos la biotecnología agrícola".

El alto consumo de maíz nos hace dependientes de las importaciones, lo cual afecta la seguridad alimentaria de México, advirtió.



"Están negándonos a nosotros la biotecnología en México e importamos más de 10,000 toneladas de maíz transgénico al año, seguimos consumiéndolo aunque argumentan sin fundamento que hace daño a la salud, pero se sigue introduciendo el maíz transgénico por las fronteras", señaló.

Y es que en los primeros días de octubre, el Juzgado Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal emitió una medida precautoria con la que se ordena la suspensión del otorgamiento de nuevos permisos de siembra experimental, piloto, y comercial, para la liberación de maíz genéticamente modificado en México.

Lo anterior, a raíz de la demanda colectiva interpuesta por un grupo de organizaciones que se opone a la aplicación de nuevas tecnologías para el desarrollo del campo mexicano.

En entrevista con Notimex, el directivo de la CNPAMM lamentó la decisión del Juzgado sin evaluar, desde su punto de vista, los argumentos de aquellos relacionados con la producción; "la gente firmante no tiene nada qué ver con la producción de maíz".

Con este resolutivo, abundó, se sitúa al campo mexicano en seria desventaja ante sus competidores internacionales, esta medida pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, la competitividad del sector agrícola, así como el progreso de los productores.



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Las principales empresas promoventes de permisos para la siembra de maíz transgénico en sus tres etapas: experimental, piloto y comercial, mantendrán la inversión para investigación en el país y confían en que después de un análisis puntual de las autoridades, finalmente se otorgarán los permisos para impulsar la siembra de este tipo de maíz, dijo en entrevista con El Economista Alejandro Monteagudo, director general de Agrobio México.

Lo anterior, luego de que un juez federal emitirá una orden a la Secretaría de Agricultura y la de Medio Ambiente para abstenerse de realizar actividades tendientes a otorgar permisos de liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado (OGM), prescindir de efectuar procedimientos para la liberación comercial, piloto y experimental al ambiente de OGM de maíz y suspender el otorgamiento de permisos de liberación experimental, piloto y comercial de OGM de maíz, pues “hay alto riesgo al ambiente”.

El director general de Agrobio, organismo que agrupa a las transnacionales: Monsanto, Syngenta, PHI México y Dow Agro Sciences, dijo que “reiteramos nuestro respeto a la decisión que han tomado las autoridades federales”. Aclaró que no es un amparo el que se otorgó, sino es una suspensión que no prejuzga el fondo del asunto y por lo tanto se habrá de desarrollar un juicio en el que demostrarán con pruebas científicas los beneficios de la biotecnología.
“En lo absoluto cambian los planes de las empresas, seguiremos trabajando para poner en manos de los productores la biotecnología, cada vez es creciente la demanda; confiamos que los más de cuatro años que llevamos de siembras experimentales de maíz transgénico sirvan para avanzar en el proceso que está previsto en las leyes de OGM”.
Los cuatro años de experimentación que han realizado las empresas transnacionales “nos han permitido documentar los beneficios y el costo beneficio, no sólo para el productor, sino para el medio ambiente. Además, dada la problemática que enfrentan los productores, como heladas y sequías, esta tecnología promete mucho”. Aunque no detalló la inversión en México, dijo que las empresas en su conjunto a nivel global invierten 7,000 millones de dólares en investigacion y desarrollo de moléculas.
pmartinez@eleconomista.com.mx





Oaxaca de Juárez, 3 de noviembre.

El maíz genéticamente modificado podría ser una solución para los pequeños y grandes agricultores mexicanos, porque les pueden ayudar a mejorar sus rendimientos y reducir el uso de pesticidas en 3.0%, aseguró el vicepresidente ejecutivo y director general de tecnología de Monsanto, Robert T. Fraley.

Aseguró que las semillas genéticamente modificadas son completamente seguras, toda vez que "llevan 20 años y no se registró ningún problema de salud en los consumidores, como tampoco en materia ambiental".

El también ganador del Premio Mundial de Alimentación, sostuvo en conferencia de prensa que con sus herramientas biotecnológicas, Monsanto ofrece la oportunidad de incrementar el rendimiento de los agricultores mexicanos y evitar así el aumento en la importación de maíz.

A su vez, el líder global de Imagen y Reputación de Monsanto, Jesús Madrazo, comentó que ante el reto que representará alimentar a una población mundial creciente, estimada en 7.2 mil millones de personas, es necesario contar con herramientas tecnológicas que les permitan a los agricultores producir más con menos recursos naturales.

En ese sentido, resaltó que la compañía desarrolla las herramientas tecnológicas para proveer al agricultor, quien a final de cuentas decide aplicarlas o no, en aras de incrementar su productividad y rendimientos.

En su oportunidad, el presidente y director general Latinoamérica Norte de Monsanto, Manuel Bravo, estimó que en el corto plazo, América será el granero del mundo, toda vez que el continente está alimentando a Europa y Asia, y se espera que la demanda de maíz se generalice.
"En lo que debemos estar atentos, apuntó, es en que México produzca el maíz que necesita y
que de 33% que importamos anualmente pase a 15% y luego a cero y si somos capaces de
exportar, qué mejor", abundó en entrevista.

Sobre la negativa europea de sembrar productos genéticamente modificados, Bravo Pereyra
añadió que se trata de una decisión política complicada, "por lo que decidimos retirar todas las solicitudes de cultivo de Europa, dedicarle y esos recursos a América, a países como México, porque creemos en la pronta regulación y que los beneficios a los agricultores son claros"




3 Noviembre, 2013 - 10:38
Credito:

María del Pilar Martínez / El Economista


La trasnacional de semillas Monsanto refuerza sus programas de investigación para modificar genéticamente al trigo, informó, Robert T. Fraley, executive VP y chief technology officer de Monsanto.

“Recientemente, hemos reforzado nuestros programas de investigación, la mayor parte del trigo que se cosecha en el mundo no ha tenido las mismas ganancias de rendimiento que hemos visto en el maíz”.

El ejecutivo de Monsanto, explicó que “tampoco ha habido mucha inversión en la biotecnología hasta el momento, pero sabemos que esas herramientas ya son posibles, estamos trabajando con varias universidades de diversos países para completar el mapeo del genoma del trigo, buscando la tecnología que nos va a permitir tener un cultivo más rápido e identificando la tecnología que puede proporcionar para el tipo de resistencia de enfermedades o de protección a las sequías, con el fin de incrementar el rendimiento”.

Reconoció que, tratándose de granos que se procesan para el consumo de alimentos, como es el caso del pan, es muy criticada la biotecnología; pero “en los últimos 20 años, se ha utilizado de manera segura. La gran pregunta es qué va a suceder con el trigo si no tenemos las herramientas y tecnologías para mejorar el rendimiento y cosecharlo, todo ello ante el cambio climático”.

En ese sentido, el directivo dijo: “Es el momento de reinvertir en la tecnología del trigo, porque es importante a nivel global y eso es lo que estamos haciendo. Es una gran oportunidad que tenemos”.

Destacó que en las últimas dos décadas al menos 17 millones de agricultores del mundo han usado la biotecnología y ello no ha vulnerado la seguridad alimentaria.

Agregó que la biotecnología “ha sido mal presentada por los activistas en México, la producción de soya transgénica -que está en sus fases finales de pruebas- ha sido un éxito. Espero que en mi próxima visita al país festejemos su siembra comercial”.

pmartinez@eleconomista.com.mx



Angélica Enciso L.

Periódico La Jornada
Jueves 24 de octubre de 2013, p. 41

Ante la medida precautoria aplicada por un juez de distrito que prohíbe a las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Agricultura (Sagarpa) otorgar permisos para el cultivo de maíz transgénico, las dependencias, por separado, presentaron apelaciones con la intención de revocar esa medida.

Organizaciones y ciudadanos interpusieron una acción colectiva ante el Juzgado Federal 12 de Distrito en materia civil en el Distrito Federal, el cual emitió una medida precautoria que ordenó a las dependencias abstenerse de realizar actividades tendientes a otorgar permisos de liberación al ambiente de maíz transgénico, prescindir de efectuar procedimientos para la liberación comercial, piloto y experimental al ambiente de organismos genéticamente modificados de maíz; y suspender el otorgamiento de permisos de liberación de esa semilla.

Tras esta decisión y debido a que se trata de la primera acción colectiva relacionada con la Semarnat "es imperativo ir trabajando con el Poder Judicial, al cual se le pide revoque la medida precautoria por cuestiones jurídicas", explicó Wilehaldo Cruz Bressant, titular de la Unidad Coordinadora de Asuntos Jurídicos de la dependencia. Asentó que esta decisión no tiene que ver con el fondo del asunto.

Explicó que la apelación se presentó ante un tribunal colegiado contra la medida cautelar establecida por el juez, mientras sigue el curso del juicio de la acción colectiva que 53 académicos, campesinos, apicultores, activistas y asociaciones civiles presentaron el 5 de julio en demanda de un medio ambiente sano y por la diversidad biológica de los maíces, y en contra de las dos secretarías encargadas de otorgar las autorizaciones y las empresas que pretenden realizar los cultivos.

El responsable jurídico de la Semarnat detalló en entrevista que en esta apelación se presentan argumentos técnicos jurídicos, "nada que tenga que ver con el fondo del asunto, es básicamente el efecto de la sentencia. Ya que lo que se solicita es una sentencia declarativa, la cual no tiene ejecución, no va a poder suspender ni parar nada, por lo tanto no tiene sentido que se dé una suspensión durante la tramitación del proceso".

Añadió que se pide que se revoque la medida precautoria por cuestiones jurídicas. Se presentó la semana pasada y fue admitida. Empezado el trámite, el tribunal colegiado resolverá, en lo cual se puede llevar unos dos meses, apuntó. El vocero de la dependencia, Armando Quintero, sostuvo que esto "no tiene que ver con que la dependencia tome una posición sobre los cultivos de maíz transgénico".

La medida precautoria que determinó el juez se basó en el riesgo de daño inminente al medio ambiente e impide a empresas trasnacionales, como Monsanto y Pioneer –entre otras–, liberar maíces transgénicos en el campo mexicano, en tanto se resuelva el juicio de acción colectiva, explicó hace unos días René Sánchez Galindo, abogado de la asociación civil Colectivas.

Ya estuvo bueno!.SEAMOS MEXICANOS Y NO

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