miércoles, 12 de diciembre de 2012

manto guadalupano


RESTAURACIÓN

Imagen año 1923
Imagen actual



EL MANTO DE LA FRAUDULENTA VIRGEN DE GUADALUPE ESTA CONFECCIONADO CON MARIHUANA

4 Noviembre 2008
Carlos Mesa

En Mexico, la supuesta historia de la aparición de la virgen de Guadalupe, se puede leer en El Nican Mopohua, me llama la atención que la auto nombrada virgen haya dado el nombre Guadalupe sin que el indio al que supuestamente se le apareció haya podido hablar el castellano, lenguaje que los españoles habían traído a ese lugar.

La pintura habría sido ordenada por Fray Alonso de Montúfar, segundo obispo de Nueva España, a un pintor indio de la comunidad de nombre Marcos Cipac de Aquino en la década de 1550. Esta aseveración se basa, en primer lugar, en que el propio manto está firmado por Marcos Aquino, a los ojos de cualquier buena lupa. Pero es que se conserva por escrito un sermón pronunciado el 8 de septiembre de 1556 en la capilla de San José por fray Francisco de Bustamante, provincial de la orden franciscana, ante el virrey, audiencia y vecinos principales de la ciudad de México, en la que el padre Bustamante critica al culto guadalupano y declara que la imagen fue pintada por el indio Marcos Cipac de Aquino.



Por otra parte tenemos los análisis de la imagen que a lo largo del tiempo, por parte de expertos en arte antiguo, se han realizado. El restaurador José Sol Rosales, en un estudio realizado a petición del ex abad de la basílica de Guadalupe Guillermo Schulenburg, concluyó en 1982 que la pintura fue hecha usando diversas variantes de la técnica modernamente conocida como temple. El técnico llegó a la conclusión de que el manto -de 1.7 metros de altura y 1 metro de anchura- es una tela mezcla de lino y cáñamo y que los pigmentos -a base de cochinilla, sulfato de calcio y hollín- son los empleados en el siglo XVI.

En 1947 y 1973 la pintura de la Virgen fue restaurada por D. José Antonio Flores Gómez. Ya tenemos una nueva firma en el manto. El mismo pintor lo comenta en el diario El Proceso, número 1343: “Antes de mí, otros restauradores ya le habían dado retoques a la imagen. Eso lo noté desde la primera vez que intervine. Y estoy seguro de que otros intervinieron después de mí.” La pregunta entonces es: ¿cuántas personas han redibujado la supuesta imagen de la virgen en el manto durante estos siglos?

La imagen está pintada sobre una tela de lino y cáñamo. Tradicionalmente se ha dicho que esta obra está ejecutada sobre el lienzo desnudo; esto es totalmente falso, pues es evidente al examen ocular la presencia de una preparación de color blanco, de un grosor que podría considerarse medio y aplicada irregularmente.
La pintura es dibujada usando diversas variantes de la técnica modernamente conocida como temple; una de ellas, la usada en manto y ropaje, fue empleada en el siglo XVI con el nombre de aguazo, derivada de las técnicas en la pintura de las llamadas sargas y presupone el realizar la pintura sobre el lienzo humedecido ligeramente para facilitar la fijación del color.

El blanco que aparece en la pintura es, con toda seguridad, sulfato de calcio. Los pigmentos azul y verde son, con probabilidad, óxidos básicos de cobre. Las tierras son óxidos de hierro. Como pigmentos rojos, además del óxido de hierro rojo, se usaba el bermellón, compuesto de azufre y mercurio, y el carmín de la cochinilla mexicana. Con un examen ocular, auxiliado de luz rasante y con luces ultravioletas, se detectan, además, diversas áreas de repintes en zonas importantes. También se detectan repintes en el fondo, manto y a lo largo de la unión de los lienzos.

De todo ello, se informó al Vaticano y más concretamente al cardenal Sodano. En una de sus cartas, el abad Schulenbur aseguró: “… y nos dimos perfecta cuenta de que reunía todas las características de una pintura hecha por mano humana, con el deterioro propio de la antigüedad de la imagen misma. Dicho examen crítico lo enviamos a la sede apostólica como un signo de honestidad y de amor a la verdad.”

El consultor histórico del Vaticano ni siquiera mandó analizar la imagen de la Virgen de Guadalupe para comprobar que fuera producto de un milagro, ya que lo tuvieron muy claro desde un principio.

Con todo lo anterior, que no deja de ser un análisis superficial, recopilatorio de diversas fuentes fidedignas y contrastadas, se llega la conclusión más que evidente de que la Virgen de Guadalupe es un fraude orquestado por varios artistas, a partir de una historia fantástica que no tiene por donde cogerse.

Aparte, como dato anecdótico, cabe añadir que el manto de la Virgen de Guadalupe o ayate está confeccionado con cáñamo, la popular planta de la marihuana. ¿Por qué se uso esta planta como tejido del manto? Hagamos un poco de historia.

Por sus virtudes la planta de la marihuana lleva con el ser humano desde tiempos remotos. En China se hace referencia a su explotación desde hace unos 8000 años. En España se cultivó durante varios siglos seguidos con reconocimiento oficial especial, sirviendo para la confección de vestidos, velas navales y piezas de barcos, cordajes, papel. Las velas de Cristóbal Colón, la bandera estadounidense y los papeles con que se declaró su independencia fueron confeccionados en fibra de Cannabis. Desde el siglo V a.C. hasta finales del siglo XIX el 90% de las cuerdas y velas para navegación y muchas redes de pesca se hacían con cáñamo.

La disminución de su cultivo en los países industrializados comenzó a raíz de una confusa política de prohibición de la marihuana que afectó también al cáñamo en los años 30 del siglo recién terminado. Probablemente fue una campaña puesta en marcha por los intereses opuestos de ciertos sectores industriales estadounidenses para potenciar otros materiales para los que las plantas de cannabis eran un fuerte competidor.

El cáñamo y la marihuana son la misma planta, pero son fruto de diferentes cruces y selecciones, que dan lugar a variedades con características diferentes, y pueden seguir cruzándose entre sí. El cáñamo no es una variedad de marihuana, sino al contrario: la marihuana es una variedad de cáñamo en la que se ha potenciado la concentración de TetraHidroCannabinol.

Este THC es rico en sustancias y aceites que son los que producen los efectos alucinógenos. Otra característica diferenciadora del cáñamo y la marihuana es que las variedades útiles para fibra suelen seleccionarse a partir de líneas de cruce de plantas de tallo alto, con espacios internodales prolongados, escasas o ramas, e interior poco leñoso, casi hueco. Suelen alcanzar entre 2 y 5 metros de altura. Se cultivan en gran concentración, de forma que el cultivo tiene una presencia espesa y difícilmente transitable.

Por tanto, la Virgen de Guadalupe se viste con un manto fabricado con sustancias alucinógenas.

¿Por qué no mencionas nada de los continuos atentados que han intentado, en vano, destruir a la virgen?
El 14 de Noviembre de 1921 había tenido lugar una ceremonia en la Basílica de Guadalupe, con motivo de la toma de posesión de una prebenda en el coro por el presbítero Antonio Castañeda. Terminado el acto, el sacristán pasó unos momentos al presbiterio, llamado por los canónigos del santuario.
En ese momento, de un grupo de obreros que estaban en el templo, se adelantó un individuo pelirrojo, vestido con un overol azul nuevo, a colocar rápidamente un ramo de flores ante la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe. Bajó y un momento después se produjo una tremenda explosión, que sacudió los muros de la Basílica: había estallado una bomba a los pies mismos de la imagen milagrosa.
Pues bien, la bomba estalló y dobló un crucifijo. Era una bomba de escasa potencia. Y hay algo que no se comenta. Los obreros se echaron encima del individuo antes de que arrojara la bomba; con lo cual ésta estalló a bastantes metros de donde se encontraba la virgen, que a su vez estaba protegida por un cristal. Es lógico que no sufriera daños, salvo los ocasionados por las ondas expansivas, que desplazaron el cuadro.
Posteriormente, para darle más veracidad milagrosa al asunto, se inventó que los obreros eran en realidad soldados disfrazados. Cosa incierta.
La devoción católica es tal que por mucho que desmontara la inexistencia de otros atentados, siempre habría quien buscase milagros donde no existen los prodigios.
¿Por qué no mencionas los estudios que la NASA ha hecho del ayate?
Muy sencillo, porque tales estudios nunca existieron. La NASA se encarga de astrofísica, no de comprobar la veracidad de los milagros.
El bulo de la NASA ni se sabe de dónde salió. Pero cuando se le preguntó a Shulenburg, el que fuera abad durante 33 años, éste afirmó categóricamente que “el ayate jamás estuvo a disposición de la NASA”. ¿Quién sabrá mejor lo que ocurrió? ¿Unos feligreses esotéricos o los guardianes del manto?
Además, si el manto hubiera sido examinado por unos científicos serios habrían descubierto las pruebas que mencioné en mi primer artículo, los repintados, las posteriores restauraciones, la composición de cáñamo, los pigmentos nada celestiales…
¿Por qué no se menciona que la temperatura habitual del ayate es de 36 grados?
Porque es otro de esos chismes que se afirma fue comprobado por la NASA. Si hace una búsqueda por Internet verá que siempre se categoriza que “cuando se toma la temperatura…” Veamos, ¿quién la toma? No me hablen en genérico. ¿Quién ha tomado la temperatura del manto? ¿Es alguien imparcial? ¿Hay alguna universidad de ciencias que pueda corroborarlo?
Hagamos una cosa. Que los responsables de la basílica me inviten a comprobarlo. Voy allí con un termómetro, exponemos el manto al exterior, y tomamos mediciones ante algunas cámaras de televisión. ¿Alguien se atreve?
¿Qué pasa con las diminutas imágenes que se han encontrado en los ojos de la virgen, cuando se comprobaron con un microscopio? Se dice que el Dr. Aste agrandó la imagen de la pupila del ojo derecho e izquierdo en forma digitalizada, y que descubrió doce personas que están siendo observadas por los ojos de la Imagen de la Virgen de Guadalupe. Pero allí no termina la sorpresa, ya que al agrandar la pupila del Obispo Juan de Zumarraga otras mil veces más, o sea un milímetro de la imagen, se agranda primero 2.500 veces y luego la pupila del obispo 1.000 veces más y allí aparece nuevamente la imagen del indio Juan Diego mostrando la Tilma con la Imagen de la Virgen de Guadalupe, retratada en los ojos del obispo. Es decir, que esta imagen se observa en el tamaño de un cuarto de micrón, que es la cuarta parte de un millonésimo de milímetro.
La estulticia no tiene límites. Le diré algo al artífice de esta pregunta. Siento contradecirle, pero no existe actualmente ningún microscopio que sea capaz de ampliar una y otra vez una imagen hasta alcanzar las resoluciones que usted nos cita. Una cuarta parte de un millonésimo de milímetro es lo que usted menciona. Válgame Dios, la desvergüenza de quienes creen en estas fábulas aplicando tecnicismos que no tienen parangón.



Un restaurador de la Guadalupana expone detalles técnicos que desmitifican a la imagen

Rodrigo Vera

Cuando el restaurador José Antonio Flores Gómez tuvo a la mano la imagen de la Guadalupana, en 1947, no le quedó duda: se trataba de la obra de un artista, no el producto de un milagro Desde entonces ha guardado silencio Ahora, en entrevista con Proceso, relata los pormenores de los trabajos de restauración que realizó a la imagen, en la que encontró descarapeladuras propias de cualquier pintura humana, lo mismo que las huellas de otros muchos retoques hechos en el curso de los siglos

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fuente: sectas.org


Cuando el restaurador José Antonio Flores Gómez tuvo a la mano la imagen de la Guadalupana, en 1947, no le quedó duda: se trataba de la obra de un artista, no el producto de un milagro. Desde entonces ha guardado silencio. Ahora, en entrevista con Proceso, relata los pormenores de los trabajos de restauración que realizó a la imagen, en la que encontró descarapeladuras propias de cualquier pintura humana, lo mismo que las huellas de otros muchos retoques hechos en el curso de los siglos.

Cuando tuve enfrente a la imagen de la Guadalupana y la pude observar de cerca, hasta ese momento me di cuenta que no es una obra divina, afirma José Antonio Flores Gómez, quien en dos ocasiones ha restaurado la imagen más venerada del país.

Agrega: Inmediatamente me dije cuando vi los estragos: ‘Éste es causado por la humedad, éste otro por los hongos que hay en el ambiente, éste de acá es un repinte’... En fin, la Guadalupana tiene las descarapeladuras de cualquier obra humana.

—¿Es, en definitiva, una obra pintada por un ser humano?

—Sí, por supuesto. Es la obra de un artista, no es producto de ningún milagro.

—¿Dónde queda entonces Juan Diego, en cuya tilma, supuestamente, se estampó milagrosamente esa imagen?

—Eso sí quién sabe. Ni los historiadores han podido darle un apoyo histórico. Pudo haber existido ese indígena. Pudo ser una persona de carne y hueso, como nosotros. Pero de que la Virgen de Guadalupe imprimió su imagen en la tilma, a mí me consta que eso no es cierto.

A sus 78 años de edad, el restaurador de la Guadalupana rompe un silencio de décadas, en las que se negó a dar a conocer su trabajo. Finalmente, hoy habla de las dos ocasiones —en 1947 y 1973— en que restauró la imagen; sus esfuerzos por corregir los estragos que el tiempo provocó en la pintura; los recursos técnicos que utilizó para remozarla y su relación con las autoridades del santuario que, de manera discreta, contrataron sus servicios y le indicaron las modificaciones que querían en la imagen.

Aclara de entrada: Antes de mí, otros restauradores ya le habían dado retoques a la imagen. Eso lo noté desde la primera vez que intervine. Y estoy seguro que otros más intervinieron después de mí.

—¿Cuántos restauradores habrán trabajado en esa imagen?

—Es muy difícil saberlo. Dificilísimo. Pero calculo que alrededor de 20.

Cuenta Flores Gómez que en 1947 era un joven restaurador que tenía su estudio en la calle Belisario Domínguez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Entre sus amistades había pintores, escultores, periodistas, escritores... pero también sacerdotes que trabajaban en la Catedral Metropolitana.

Fue entonces cuando fue a buscarlo a su estudio, de parte del entonces abad de la Basílica de Guadalupe, Feliciano Cortés, un sacerdote para que restaurara la imagen.

Yo llevaba buena amistad con algunos sacerdotes de Catedral y con artistas de toda clase. Alguno de ellos me recomendó. Lo cierto es que un día llegó a mi estudio un sacerdote que se apellidaba Vargas, es lo único que recuerdo. Me dijo que el abad de la Basílica quería verme. Y me llevó hasta el despacho del abad, a quien noté muy preocupado. Ahí me mostró una foto de la imagen, en la que se veían unas cuarteaduras muy notables. ‘¿Qué puede hacer usted para remediar esto?’, me preguntó el abad.

Yo pensé: ‘¡Ah, caray! Si es una imagen divina, no tiene por qué pasarle esto’. Vi sobre todo una gran cuarteadura vertical que iba desde la cabeza hasta los pies de la Virgen. Aparte, tenía otras cuarteaduras horizontales menos visibles. Estoy seguro de que eran producto de dobleces. El lienzo en algún tiempo estuvo doblado y por eso se resquebrajó la pintura.

También vi que la imagen ya tenía retoques hechos por otros restauradores. Se lo hice notar a los encargados del santuario. El padre Vargas quería que repintara una parte de la túnica de la Virgen. Yo le decía: ‘Padre, no conviene meterse en eso’. Pero él me ordenó: ‘Usted hágalo’.

—¿Qué le hizo usted finalmente a la imagen Guadalupana?

—Un levantamiento de pintura en ciertas partes. Y también restaurar las quebraduras.

—¿Volvió a pintar las partes a las que le quitó la pintura?

—Claro. Una restauración implica pintar las partes dañadas, no toda la imagen, porque eso es ya una repintada, que es otra cosa. De manera que le metí mano a una parte de la túnica. Pero no a las estrellas estampadas en ella porque ya estaban repintadas. No quise meterme en más problemas.

El misterio de las estrellas

Flores Gómez está en la sala de su casa. Paredes decoradas con paisajes marinos, bodegones y retratos al óleo pintados por él mismo. Su estudio está en un cuarto contiguo. Ahí tiene más óleos montados sobre caballetes de madera, que sostienen lentes circulares de aumento que agrandan los detalles de las pinturas.

Hay también varias reproducciones guadalupanas al óleo. Y fotografías... muchas fotografías de la imagen original tomadas en distintas fechas. El restaurador va a su estudio y saca una carpeta con fotos. Las muestra al reportero.

Comenta: Con las estrellas pasa una cosa curiosa. Mire, si uno observa estas fotos tomadas en distinta época, el número de picos en algunas estrellas no coincide. De pronto, por ejemplo, esta estrella aquí tiene cinco picos, pero acá ya aparece con seis. ¿Qué significa esto? Pues que les han quitado o agregado picos durante las distintas restauraciones.

—¿Cuánto tiempo tardó usted en restaurar la imagen en el 47?

—Unos 10 días. Por cierto, la primera vez que analicé la imagen, estaba colocada en el piso y sin marco. Yo ni la saqué ni la cambié de lugar. Estaba lista para que la restaurara. Observé que unas personas remozaban el altar y limpiaban el marco de la imagen. Otros restauradores colocaban oro de hoja en el altar. Todos trabajaban a marchas forzadas porque en pocos días se celebraría un gran homenaje a la virgen, creo que ese era un año mariano.

También trabajé apresuradamente en esos 10 días. Incluso, por el poco tiempo, no hice todo lo que debía para que la imagen quedara totalmente restaurada. Recuerdo que, mientras hacía mi trabajo, hubo dos fotógrafos extranjeros, un noruego y un sueco, que directamente tomaban fotos a la pintura.

También tomé fotografías a la imagen. Acostumbro llevar la historia de cada trabajo importante que hago, para registrar el antes y el después. Pero las personas de la Basílica me pidieron los rollos... y tuve que entregarlos.

—¿Qué tipo de pintura usó al repintar la imagen?

—De agua. Era obligado. Tenía que ser de las disueltas en agua y no en aceite, porque son de las que se usaron originalmente. De ahí que se hayan desprendido tan fácilmente.

El deterioro

Apasionado de la pintura desde que era niño, José Antonio Flores Gómez estudió la carrera de derecho en los años cuarenta, mas no la concluyó. Prefirió dedicarse de lleno a la pintura, la fotografía y la restauración. Egresado de la Academia de San Carlos, donde estudió pintura cuando el muralista Diego Rivera era el director, Flores Gómez se especializó, con éxito, en el retrato, al grado de que, por encargo de la Presidencia de la República, realizó retratos al óleo de algunos mandatarios mexicanos, como Gustavo Díaz Ordaz, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari.

Pese a su edad, actualmente el restaurador se mantiene activo: posee una modesta galería de arte en la calzada de Tlalpan y continúa pintando y realizando trabajos de restauración.

Con tenis y con una camiseta deportiva, el viejo restaurador relata cómo, en 1973, remozó por segunda vez la pintura del Tepeyac.

Me contrataron de la misma forma que la vez anterior. Llegó una persona a buscarme a mi taller para decirme: ‘Tenemos antecedentes suyos, el abad Guillermo Schulenburg quiere hablar con usted’. Y fui a ver al abad. Pensé que sería muy solemne. Pero no. Fue muy simpático y amable conmigo.

De entrada, Schulenburg me sorprendió cuando me dijo con naturalidad que la pintura era ‘una obra humana’ y que quería que ya no sufriera más ‘alteraciones’, así llamaba él a los retoques. No creía en el milagro. Eso sí, era muy respetuoso de la devoción popular. Y me contrató solamente para que reentelara y le diera una limpieza al lienzo. Habían pasado 26 años desde que yo había restaurado la imagen.

—¿Y cómo la encontró después de tantos años?

—Noté que estaba deteriorándose más, porque entonces la imagen se exponía casi al natural en la vieja Basílica de Guadalupe. Tenía adherido el humor del ambiente. Es ese humor invisible de la gente que muy lentamente se va acumulando en todas las obras y que nosotros llamamos la pátina.

Hoy, en el nuevo santuario, la imagen está más protegida. Se guarda por las noches en una bóveda bien acondicionada que la cuida de los daños del ambiente. Intervinieron expertos y técnicos en preservación de obras de arte. Pero a mí me tocó sin bóveda... Eran otros tiempos.

—¿En qué consistió la limpieza que realizó?

—La limpié meticulosamente con cepillo, durante tres días y en sesiones completas. Había que hacerlo con muchísimo cuidado. Nada de usar aspiradora y cosas de esas, porque se hubieran desprendido las cáscaras de pintura floja. Tan sólo mire usted aquí. ¡Fíjese!

Y el restaurador apunta a los rayos dorados que salen de la espalda de la virgen, en una fotografía a detalle. Son rayos descarapelados, escamas a punto de desprenderse.

—¿Y el reentelamiento cómo lo hizo?

—Utilicé tela de manta que antes se conocía como ‘manta del cien’. Era muy popular. Y para analizar la trama del tejido usé un simple cuentahilos, que es el que utilizan las tejedoras y los fabricantes de textiles. No hay necesidad de microscopios electrónicos ni de aparatos sofisticados. Basta con el cuentahilos.

Descubrí que la tela no es de ixtle, como se dice, pues el ixtle tiene una trama muy tosca, muy rústica, con un cordel muy grueso. En cambio, la imagen Guadalupana está pintada sobre una trama muy fina, como la que se saca del algodón.

—¿Cuánto le pagaron por su trabajo?

—Como 350 pesos.

—¿No es muy poco?

—No, no. Yo creo que estuvo bien para ese tiempo. Tomando en cuenta que no fue mucho trabajo ni utilicé muchos materiales.

Los empastes

Nueve años después de haber contratado los servicios del restaurador, en 1982, Schulenburg quiso saber mayores detalles sobre la pintura. Para esto, le pidió un estudio al perito José Sol Rosales, exdirector del Centro Nacional de Registro y Conservación para Obra Mueble, del INBA.

Sol Rosales confirmó en su peritaje que la imagen era una obra pictórica humana, realizada con colores elaborados a base de cochinilla, de sulfato de calcio —conocido entonces como tizatl— y de un negro extraído del hollín del humo del ocote.

El análisis detalló otras características de la pintura: su estilo, los repintes que se le aplicaron a lo largo del tiempo, las mutilaciones sufridas, la capa de preparación que le sirvió de base y hasta las salpicaduras de agua y parafina derivadas del culto (Proceso 1333)

En secreto, Schulenburg envió el estudio al Vaticano para advertir sobre los riesgos que se corrían al canonizar a Juan Diego, a quien, según la tradición, milagrosamente se le estampó la imagen en su tilma.

Igual que Sol Rosales, el restaurador Flores Gómez asegura que los pigmentos son de cochinilla, tizatl y humo de ocote, entre otros.

En la pintura se combinan pigmentos vegetales y minerales, disueltos en agua. Es una pintura al temple. Es muy lógico. En aquel tiempo sólo podían utilizarse pinturas naturales.

El restaurador destapa un pequeño frasco. En su interior hay un polvo amarillento y petrificado, listo para recibir el pincel.

Explica: Mire, esta tierrita da una tonalidad dorada. Durante siglos se le ha llamado ‘tierra de ocre’. Con ella se pintaron los rayos de la Virgen. Aún se fabrica.

Lamenta los empastes con que algunos restauradores cubrieron partes de la imagen, provocando un fuerte contraste con la pátina original.

Principalmente en el rostro de la Virgen se nota mucho un empastamiento. Y a un doblez de la túnica hasta le cambiaron su color original. De cualquier forma, es muy difícil que la pintura de los retoques, nueva y vivaz, armonice con la pátina de la pintura primitiva.

—¿Usted ha conocido a otros restauradores de la imagen?

—No. A ninguno. Los restauradores que han intervenido lo han hecho con exagerada discreción. Nunca lo han querido confesar.

—¿Las autoridades del santuario lo obligaron a guardar silencio?

—No. Más bien yo mismo me obligué a callar, por seguridad.

—¿Qué se siente haber restaurado a la imagen más venerada de México?

—Una sensación muy rara, pero al mismo tiempo como de temor. Sí, se siente temor. Pues nacimos en un medio en el que todas las familias son guadalupanas y la mayoría cree en el milagro, entre ellas la mía.

Fuente: Revista Proceso No. 1343
Fecha: 28 de julio de 2002
Página: 17-18
Por: Rodrigo Vera



Entre los prodigios de la Virgen de Guadalupe llama la atención el ocurrido el 14 de noviembre de 1921, a las 10:30 de la mañana, cuando Luciano Pérez Carpio subió «devoto» al altar y colocó a los pies de la Virgen de Guadalupe un enorme ramo de flores en el que escondida llevaba una poderosa bomba.

Los efectos de la explosión fueron aparatosos: destruyó las gradas de mármol del altar que sostenía la imagen, hizo volar por los aires los pesados candelabros, retorció un gran crucifijo de metal que todavía se exhibe en ese estado, convirtió en polvo jarrones, floreros y vidrios de casas cercanas a la basílica, y el cristal de un cuadro de San Juan colgado detrás de la Virgen de Guadalupe. Prodigiosamente la imagen de la Virgen de Guadalupe no recibió ni un rasguño. Más aún, quedó intacto el cristal que la protegía. Y entonces no había cristales antibala.

El estudio de los ojos de la Virgen de Guadalupe mexicana confirma que la imagen no es obra humana, sino que es de origen sobrenatural.

Autor: P. Jorge Loring

El misterio de la Virgen de Guadalupe mexicana


Más sobre la historia de la explosión en la Basílica de Guadalupe, aquí:



El 14 de Noviembre de 1921 que, como preámbulo a lo que sería la Guerra Cristera, un atentado se realiza en la Basílica de Guadalupe, la explosión de un cartucho de dinamita daña la Tilma de Juan Diego y varios objetos de ornamento son prácticamente achicharrados. La Iglesia Católica informa a la comunidad que nada pasó, que la imagen de la Virgen de Guadalupe quedaba intacta.

Candelario Rivas, personaje conocido entre Obispos, Curas y Sacerdotes del centro de México, es reconocido como uno de los mejores pintores religiosos, en 1921 es llamado a realizar un trabajo que durante algunos años se mantuvo en secreto, la restauración de la imagen de la Virgen de Guadalupe, la original del Tepeyac que en noviembre de ese año sufrió un atentado dinamitero, dañándola al estrellarse el cristal que la protegía.

El pinto zacatecano Candelario Rivas había sido contratado en 1920 para realizar la obra pictórica del Templo de El Señor del Hospital, llevaba ya algunos meses cuando en misión secreta y especial un enviado del Arzobispado de México llega a Salamanca para conducir a Candelario a una de los trabajos más delicados que el pintor realizó en su vida, la restauración de la imagen Guadalupana en el propio Tepeyac. Candelario Rivas con su ojo aguzado de artista nato logra en mágicas pinceladas recuperar los pequeños trazos que fueron dañados durante la explosión, daños no de fuego, sino de pequeños vidrios que, ante la explosión del artefacto, protegieron del impacto a la Sagrada tilma, pero en el impacto algunos de esos vidrios causaron algunos daños. Fueron varios días o semanas los que Candelario se ausenta de Salamanca, su trabajo es concluido y mantenido en secreto por muchos años. 

Esto sucedía en mitad de las obras de decoración que se realizaban en el Templo del Señor del Hospital. A su regreso instruyó a su hijo para crear, junto a él una de las más fieles copias que de Nuestra Señora de Guadalupe existen en México.


Perfil Guillermo Schulenburg




<b>Perfil</b> Guillermo Schulenburg
Fue protagonista de una polémica desatada por su fe guadalupana (Foto: Archivo / El Universal )











REDACCIÓN 
EL UNIVERSAL 
CIUDAD DE MÉXICO DOMINGO 19 DE JULIO DE 2009 
16:11El que fuera abad de la Basílica de Guadalupe fue objeto de severas críticas después de manifestar su postura acerca de la inexistencia del milagro de Guadalupe y, por tanto, del beato Juan Diego.
Protagonista de una polémica desatada por su fe guadalupana, el ex abad era descendiente de padre alemán y madre mexicana.
Mateo Schulenburg, su papá, era originario de Hannover, Alemania, y sus antepasados, según relata, tenían el título de condes.
Al perder a su padre, a los 12 años de edad, tuvo que trabajar como empleado y vendedor ambulante en aquel país europeo, hasta que ingresó en 1930 al Seminario Conciliar de México, donde comenzó su carrera eclesiástica.
El Universal



Projecto Guadalupano

Información que el señor Arzobispo de México D. Fray Alonso de Montúfar mandó practicar sobre un sermón que el 8 de septiembre de 1556 predicó fray Francisco de Bustamante acerca del culto de nuestra señora de Guadalupe. 

Versión paleográfica de Fray Fidel de Jesús Chauvet
Comentario 

Versión PDF
Folio 1a
Sobre la casa de n(uestr)a S(eñor)a de Guadalupe
(El título anterior está escrito en el margen izquierdo inferior, siguiendo la alineación no trazada del mismo margen).
Folio 1b
[en blanco]
Folio 2a
[1a. DENUNCIA]
En México, martes ocho días del mes de septiembre de mill e quinientos e cincuenta e seis años, estando en misa mayor, en la iglesia del s(eñ)or S(an)to Francisco y capilla de Sant Joseph, presidentes e oidores de la Real audiencia e mucha gente ansi de hombres como mujeres, después de se aver cantado el credo, el maestro Bustamante, Religioso de la dicha orden se subió en un púlpito que para el dicho efecto estaba puesto junto a la Reja del altar e con un patio de seda blanco e colorado, predicó de n(uest)ra Señora e su natividad; y estando en el dicho sermón e aviendo dicho la mayor parte del, paróse e dixo mostrando el rostro atemorizado y parándose mortal, que él no era devoto de nuestra Señora. Lo qual entiendo que dixo por no alabarse, que si por alguna cosa que dijere se quitase a la menor vejezuela la devoción, que tal no era su intención y que no era su intención y que no lo haría como Chr(ist)iano; pero que le parescia que la devoción que esta ciudad ha tomado en una ermita e casa de(uest)ra Señora, que han intitulado de Guadalupe, (es) en gran perjuicio de los naturales porque les daban a entender que hacia milagros aquella imagen que pintó un indio, e así que era dios y contra lo que ellos avian predicado e dioles a entender, dende que vinieron a esta tierra, que no avian de adorar aquellas imágenes, sino lo que representaban, que está en el cielo; demás que allí se hacían algunas ofensas a Dios nuestro Señor, según que era informado, e la limosna que se dava, fuera mejor darla a pobres vergonzantes que hay en la ciudad; y, aunque no se sabia en que se gastaban, y que mirasen los que allí iban lo que se (ha)acian, porque era en gran perjuicio de los naturales; y que fuera bien al primero que dixo que hacia milagros, le dieran cien azotes e al que lo dixere de aquí adelante sobre su ánima le diesen doscientos, caballero en un caballo, y que encargaba mucho el examen deste negocio al visorrey e audiencia, y que aunque el arzobispo dixese otra cosa, que por eso el Rey tiene jurisdicción temporal y espiritual y esto encargó mucho al audiencia; y también dixo que no era bien predicarlo en púlpitos, primero que estuviesen certificados en ello e de los milagros que se decía avia hecho; avia muchas personas de calidad presente.
Folio 2b
[en blanco]
Folios 3a, 3b, y 4a
[en blanco]
Folio 4b
Vísperas de n(uest)ra S(eñor)a de Set(iembr)e fueron a n(uest)ra S(eñor)a de Guadalupe muchos deceplinantes [en el margen izquierdo alto, siguiendo la recta (no trazada) del mismo:] Sobre el Sermón de Bustamante
[en el margen derecho alto: una suma de diversas cifras]
[en el margen derecho inferior y dispuesta transversalmente las siguientes notas del Sr. Arz. Montúfar:]
[en lo alto: una cruz] †
como quando fui la p(rimer)a vez p(ro)hibi no se publicasen milagros en pr(e)sencia de a(lons)o pérez y de salazar p(rocurad)or si mentó las imágenes de los ídolos de los indios n(uest)ra S(eñor)a de Soterrañá (?) en el condado de nebla digna de ven(eneració)n como S(an)tiago
[Siguen a la izquierda dos operaciones: sustracciones]
(Hacia el margen izquierdo inferior, pero no del todo y siguiendo la horizontal del margen superior)
S(obre) C(asa) S(anta) m(aría) de G(uadalupe) M(éxico)
Folio 5a
1556
[en el margen superior izquierdo] [en el centro:] [en el margen derecho superior]
Contra fr. Fran(cis)co de Bustamante provincial de S(an)t Fran(cis)co Suspéndase y la parte es muerto Contra la devoción que se deve tener a la hermita de n(uest)ra S(eñor)a de Guadalupe desta ciudad
[Las tres anotaciones son de mano del Sr. Montúfar]
[2a. DENUNCIA]
(otra mano)
Lo primero dijo que una de las cosas más perniciosas para la buena cristiandad de los naturales que se podían sustentar era la devoción de n(uest)ra Sra. de Guadalupe, porque desde su conversión se les avia predicado que no creyesen en imágenes; sino solamente en Dios y en n(uestr)a Sra. y que solamente serbian para provocarlos a deboción. Y que hagora dezirles que una ymagen pintada por un yndio hazia milagros, que seria gran confusión y deshacer lo bueno que estaba plantado; porque otras debociones que avia, como n(uest)ra Sra. de Lorito (sic) y otras, tenían grandes principios y que esta se levantó sin fundamentos; estaba admirado; en esto cargó la mano y otros de mejor memoria lo dirán.
También dixo que publicarse milagros como se avian publicado, eran gran confusión, porque si va un yndio coxo con esperanza que avia de volver sano, y después volver más coxo que avia ydo, sera darles ocasión a que no creyesen en dios ni en Sta Maria y que la C(hirst)iandad dellos fuese cada dia a menos.
Que si esta deboción yva adelante prometía de jamas predicar a yndios, porque seria tornar a deshacer lo hecho.
Dixo que sup(lic)a al sr. Vissorrey e oydores mandasen remediar tan gran mal, y que sobre ello hiciesen información y castigasen a los ynventores, dándoles cada dos(ciento)s azotes a su quenta y que no ostante que V(uestra) S(eñori)a es prelado de la ig(les)ia, el rrey es patrón della y puede en lo uno y en lo otro hacer lo que le pareciere, y que al Sr. virrey y oidores competía el remediar esto, en lo qual cargó bien la mano.
También dijo que mejor se serviría Nu(est)ra Sra con que el tomín y candela que allí le ofrecen, se diesen a pobres necesitados, y no ofrecerle donde sabe dios en que se gasta.
Dijo que el arzobispo mi señor estaba muy engañado en pensar que estos yndios no eran devotos de n(uestr)a Sra, porque los que los tra(ta)ban entendian ser tanta su devoción, que la adoraban por dios y que antes era necesario en esto irles a la mano y dárselo a entender.
Folio 5b
[Relación del visitador del arzobispado]
El Visitador que le oyó dezir, en comenzando a hablar de n(uest)ra Sra de Guadalupe, que lo que su Sria avia predicado de n(uestr)a Sra de Guadalupe, no lo queria contradecir; y ansi mesmo que su intención no era, aunque fuera una biejuela, que perdiese la devoción de n(uest)ra Sra; mas que le parecia que hera una cosa perniciosa para los naturales de esta tierra, porque les avian dado a entender en sus sermones que las imágenes heran de palo y de piedra y que no se avian de adorar; mas de que estaban por de semejanza de la del cielo; y que los indios eran devotos de n(ues)tía Sra que la adoraban y que pasaban mucho trabaxo para quitarles aquella opinión, y que, visto agora que aquella imagen hacia milagros, aunque no estaba ninguno averiguado, y que se pasaria mucho trabajo de aqui adelante en quitarles la opinión que tenían de adorar la imagen de n(uestr)a Sra, y que no sólo avia este mal en ello, pero que avia otros males de yr halli con comydas y limosnas que daban, que seria mejor darlas al hospital de las bubas o a otras personas, que suplicaba al Sr. Visorrey y oydores que lo mirasen bien y averiguasen, aunque su Sria Rma., era juez eclesiástico, ellos lo podían todo; y que si al primero que salió con este milagro, lo azotaran y castigaran, no viniera al estado en que está; y que si la devoción iba adelante, de la ymagen de n(uest)tra Señora de Guadalupe, sin primero examinarlo que é no predicaria más a los yndios.
Folio 6a
[Interrogatorio]
1 Primeramente si conoce al p(adr)e Fray Fr(ancis)co de Bustamante provyncial de la orden de S. Fran(cis)co y si (se) halló presente al sermón que predicó el dicho Busta(man)te el dia del nacimy(ent)o de n(uestr)a Sra de Set(iembr)e, que se contaron ocho dias deste presente mes de Se(ptiembr)e.
2 preguntado que fue lo quel dicho padre Bustamante dixo tocante a la devoción de la ermita de n(uest)ra Señora de Guadalupe, que esta media legua desta cibdad de Méx(ic)o.
3 preguntado si, quando el dicho provincial comenzó a hablar en la dicha ermita, se paró atemorizado y la color mortal; y si dijo quél no era devoto de n(uest)ra Sra., lo qual parece aver dicho con humildad y por no alabarse, y que no era su intención otra, por cosa que dixese, quitar la deboción a la menor vejezuela, y que no lo haria como cristiano si otra cosa dixese.
4 preguntado si el dicho provincial dixo que le parecia que la deboción que la gente desta cibdad a tomado en una ermita e casa de n(uest)ra Sra que an que intitulado de Guadalupe, era en gran perjuizio de los naturales, porque les daban a entender que hazia milagros aquella imagen que pintó un indio, y contra lo que ellos avian predicado e dádoles a entender, desde que a esta tierra vinieron, que no avian de adorar aquellas ymágenes, sino lo que representaban que está en el cielo. Al margen: probada [mano del Sr. Montúfar].
5 preguntado si dixo que una de las cosas más perniciosas pa(ra) la buena cristiandad de los naturales era sustentar la deboción de la dicha ermita de n(uest)ra Sra. de Guadalupe, porque desde su conversión se les había predicado que no creyesen en imagines, sino solamente en dios y que solamente servian las ymágenes para provocarlos a devoción, y que agora dezirles que una imagen pintada por un indio, hazia milagrros, que seria gran confusión y deshazer lo bueno que estaba plantado en ellos [AL MARGEN:] idem [es decir, probado, mano idéntica].
6 Y preguntado si el dicho provincial dixo que la dicha deboción de n(uest)ra Sra de Guadalupe se avia comenzado sin fundamento alguno, porque dado que en otras partes a imagines particulares se tenga deboción, como a n(uest)ra Sra de Lorito (sic) y a otras, éstas avian llevado gran fundamento.
Folio 6b
7 Preguntado si el dicho provincial dixo que en la dicha hermita era ynformado que se hazian ofensas a dios nuestro Señor y que mirasen los que allí yban lo que hacian porque era con gran perjuicio de los naturales.
8 Preguntado si dixo el dicho provincial que la limosna que a la dicha hermita se daba, fuera mejor darla a pobres bergonzantes que haia en la cibdad o al espital de las bubas; porque el tomín y candela que se llevava a nu(estr)ra Sra de Guadalupe, dixo que no sabia en qué se gastaba.
9 Preguntado si sabe quel dicho prouincial dixo que, yendo un indio coxo a la dicha hermita, con esperanza de sanar, por se aver publicado milagros de la dicha imagen, y volviendo más coxo, era darles ocasión a que no creyesen en Dios ni en Sta maria, y que, cada dia fuese menos; y que si dijo que si esta deboción yba adelante, prometía de jamás predicar a yndios, porque sería tomar a deshazer lo hecho.
10 Preguntado si dixo que fuera bien que al primero que dixo que la dicha ymagen hazia milagros, le dieran cien azotes y al que lo dixere de aqui adelante, sobre su ánima, le diesen dozientos, caballero en un caballo, [AL MARGEN] probada [mano del Sr. Montúfar].
11 Preguntado si el dicho prouincial dixo que encargaba mucho el examen deste negocio al bisorrey e audiencia real; y que aunque el arzobispo dijese otra cosa, por eso el rey tiene jurisdicción temporal y espiritual, y esto encargó mucho a la audiencia.
12 Preguntado si dixo que no era bien predicar la deboción de la dicha imagen hasta que estuviesen certificados en ellos, y de los milagros que decian aver hecho.
13 Item si sabe que en muchos de los que estubieron en el sermón del dicho prouincial ubo grande scándalo en ellos y en toda la cibdad; porque dezian que su perlado les animaba a la deboción de nuestra Sra, y el dicho prouincial se la quitaba; de que no ubo poco scándalo en la dicha cibdad; y dezian que seria razon enviar al dicho prouincial a Spaña para que allí fuese castigado y que no le oirian más sermones en la nueva España.
14 Ytem si saben que todo lo suso es pública boz y fama.
El bachiller Puebla (rúbrica)
Folio 7a
Sobre el sermón de Bustamante sobre n(uest)ra Sa. de guadalupe
[el resto en blanco. Mano del Sr. Montúfar]
Folios 8a y 8b
[en blanco]
Folio 9a
[Declaraciones de los testigos]
En la gran cibdad de México desta Nueva España a nueve dias del mes de set(iembr)e de rnill e quinientos y cincuenta seis años, el muy ilustre y Rmo Señor don Fray AI(ons)o de Montúfar etc., arzobispo de Méx(ic)o, en presencia de mi, Francisco Gó(me)s de Zárate, notario apostólico dixo que, por quanto a Su noticia avia venido que en el mones(teri)o de S(eñ)or Sanct Franc(isc)o desta dicha cibdad, ayer, dia de nuestra Sra de Set(iembr)e, que se contaron ocho dias deste presente mes, avia predicado el p(adr)e fray Francisco de Bustamante, prouincial de la dicha orden de S(eñ)or sant Francisco, y, en el sermón que avia hecho, dixo ciertas cosas sobre la devoción y romería de nra Señora de Guadalupe que está media legua desta dicha cibda, y que a algunas personas se avian scandalizado dello y que para saber y averiguar la verdad y Si el dicho padre provincial avia dicho alguna cosa de que debiese ser reprendido, queria hacer ynformación de personas que en el dicho sermón, se hallaron; y para hacerla mandó parecer ante Si a Juan de Mesa, clérigo presbitero, del cual por mi el dicho not(ari)o fue tomado y recebido juramento en forma, por dios e por Sta. Maria e por la señal de la cruz, sobre la que puso su mano derecha, so cargo del qual prometió decir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado, al cual por su Señoria Rma le fueron hechas las preguntas siguientes:
[al margen izquierdo:] Testigo Juan de Mesa clérigo [letra del Sr. Montúfar].
Fue preguntado cómo se llama y de qué edad es, dixo que se llama Juan Mesa, y ques de edad de beinte y seis y beinte y (sic) años, poco más o menos.
Fue preguntado por las generales.
Dixo que ning(un)a de ellas le empecé [sigue uno o dos renglones en blanco].
Preguntado Si conoce al p(adr)e fray franc(cis)co de bustamante, prouincial de la orden de Sanct fran(cis)co y Si se halló presente al sermón que predicó en el monest(eri)o de Sanct Franc(cis)co, en la capilla de Sanct Jo(se)ph, ayer, dia de n(uestr)a se(ñor)a de Set(iembr)e, e deste presente año de mill e qui(nient)os y cinc(uent)a y seis.
Dixo que lo conoce y que le oyó el dicho sermón, en la dicha capilla de sanct Joseph, y dijo que le oyó al dicho p(adr)e fray fran(cis)co de bustamante que su yntento no era de quitar la deboción a persona ning(un)a, de n(uestr)a S(eñor)a, aunque fuese a una vieja muy pequeña, pero que Si su señoria rema. Conociera la condición de los na(tura)les, como ellos, que temia otro modo o orden al principio en esta deboción desta ermita y que también le oyó dezir que aunque su señoria Rma era en lo spiritual el principal que también su señoria hablando con el S(eñ)or Visorrey le dixo que era porque le incumbia ,parte para entender en ello o remediallo y también dixo el dicho fray fran(cis)co de bustamante que si al principio questa deboción se publicó, se tubiera cuydado en saber el autor dello y si eran verdad los milagros que se dezian, y hallándose no ser verdaderos los milagros que, sobre su alma o conciencia le podrian dar cien azotes ,
Folio 9b
y dijo más que por la cibdad ha oido dezir y al padre Contreras, capellán del colegio de los niños que avia dicho el dicho prouincial, que no era deboto de n(uest)ra Sra; y a otros (ha) oido dezir que avia dicho el dicho provincial que no era tan deboto como él queria, pero que como estaba lejos, no oyó estas palabras postreras, que era deboto o no deboto de n(uestr)a S(eñor)a.
Dixo más que oyó dezir al dicho prouincial que los religiosos avian trabajado con estos yndios y dotrinándolos y enseñándoles que a un solo Dios abian de adorar, y que aquellas eran pinturas y ymagenes de palo; y que no se acuerda en este articulo más, por estar lexos, aunque sabe que otras palabras pasaron más entre estas.
Dixo este t(estig)o que le oyó dezir al dicho prouincial que las limosnas que se daban en la dicha ermita se podían dar en la cibdad a muchos pobres enbergonzantes y que si alg(un)o o fuese y viniese sano y otro enfermo fuese y viniese peor, por el cansancio del camino, que perderia la deboción o diria: ¿Ésta es la Señora que hace milagros? ¿o estos son los milagros?21 y esto dixo por los yndios, que de spañoles no trató.
Dixo este t(estig)o que a oydo dezir que después de concluso el sermón que obo scándalo y corrillos de gentes y que oydo murmurar de lo que predicó el dicho prouincial, y que a Bustamante clérigo, le oyó dezir que parecia o que era contrario a lo que Su Señora rrevma, habia predicado y que ésta es la verdad para el juram(ent)o que hizo. Fuéle leydo y retificose en ello y firmólo de Su nombre.
Fr. (ater) A.
archieps, mexicanus
(rúbrica)
Joan de Mesa, clérigo
(rúbrica)
E luego incontinente su Señoria Revma, mandó al dicho Jo(an) demesa, clérigo, so cargo del juram(ent)o que tiene hecho y so pena descomunión mayor, finica pro trina monicione praemisa, cuya absolución en si reserbaba lo contrario haziendo, que guarde y tenga secreto de todo lo susodicho, y no dé parte dello a nadie: el qual dixo que ansi lo cumpliria y guardaria.
Folio 10a
[En el margen izquierdo superior:] Testigo Juan de Salazar [mano del Sr. Montúfar].
E después de lo susodicho en la dicha cibdad de méx(ic)o el dicho dia mes e año susodichos para ynformación de lo susodicho, Su Señoria r(evendisi)ma del arzo(bis)po mi se(ñ)or mandó parecer ante si a Joan de Salazar, procurador deste real audiencia, del qual por mi el dicho not(ari)o, en presencia de Su señoria r(everendisi)ma, fue tomado y recibido juramento en forma, por dios e por Sta Maria e por la señal de la cruz, en que puso su mano derecha, so cargo del qual, prometió dezir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado y por Su Señoria rma, le fueron hechas las preguntas siguientes.
Primeramente fue preguntado cómo se llama y qué edad tiene, dixo que se llama Joan de Salazar, ques procurador desta real audiencia y que es de edad de treinta y ocho años, poco más o menos, y que conoce al p(adr)e fray franc(cis)co de bustamante, frayle profeso y prouincial de la orden de los franciscos; y que no le toca ni empece ninguna de las generales
[un renglón en blanco]
Preguntado si este t(estig)o ayer martes, dia de la Natividad de n(uestr)a Sra, que se contaron ocho dias deste presente mes de (tiembr)e, estuvo en misa, en el monasterio de Sanct Francisco, desta cibdad de Méx(ic)o y, en ella, oyó misa mayor y el sermón que el dicho fray Francisco de bustamante predicó;
Dixo queste t(estig)o estubo en misa el dia que les preguntado y que oyó el dicho sermón y en el oyó al dicho fray fran(cis)co de bustamante dezir, en lo tocante a la deboción que se avia tomado a n(uestr)a Sra de Guadalupe, questá junto a esta cibdad, que no sabia a que efecto se tenia la dicha deboción, porque era dar a entender a los yndios na(tura)les desta tierra, al contrario de lo que él y otros religiosos, con mucho sudor, les avian predicado; porque les daban a entender que aquella ymagen de n(uestr)a Sra de Guadalupe hazía milagros; y, como algunos yndios coxos ciegos o mancos yban a ella con a(que)l propósito y no tomaban sanos antes peores con el cansancio del camino, lo tenian por burla; y que seria mejor que se procurase de quitar a(que)lla deboción, por el scándalo de los na(tura)les, y que tenia entendido que en la romeria que a la dicha igl(esi)a se hazia, se cometian ofensas a dios nuestro S(eñ)or y que se maravillaba mucho de que el S(eñ)or arzobispo ubiese predicado, en los púlpitos y afirmado los milagros, que se dezia que la dicha ymagen avia hecho, siendo prohibido, como el dicho S(eñ)or Arz(obis)po lo habia predicado tres dias antes; y que las limosnas que alli se daban, seria mejor convertirlas en pro de los hospitales desta cibdad, mayor(men)te el de las bubas, por averle quitado la mayor parte de la renta que él tenia; y que las dichas limosnas que se daban a la hermita de Guadalupe, no sabia en qué se gastaban ni consumian y que para remedio desto, y pa(ra)
Folio 10b
que no fuese adelante, el remedio dello tocaba al S(eñ)or bisorrey y toda la audiencia, que estaba presente, siempre protestando que a los devotos de n(uestr)a Sra no fuese él parte para quitarle su deboción.
A la quarta pregunta dixo que la sabe como en ella se con(tie)ne por averse hallado presente, como dicho tiene, presente (sic) al dicho sermón.
A la quinta pregunta dixo que las mismas palabras contenidas en la dicha pregunta, este te(stig)o oyó dezir al dicho padre bustamante, como en ella se contiene, el qual al tiempo que las dezia mostró un rrostro muy ayrado, mostrando tener gran cólera contra lo que en este caso, el dicho S(eñ)or avia predicado y sustentado, la devoción de la dicha hermita; y esto es lo que sabe tocante a la dicha pregunta.
A la sesta pregunta dixo que las mismas palabras y como la pregunta lo dize, las dixo el dicho fray F(rancis)co de Bustamante; porque este t(estig)o se las oyó, como dicho tiene, estando presente, y con la misma cólera que, en la pregunta antes desta, tiene dicho.
A la sétima pregunta dixo que se remite a lo que tiene dicho en la segunda pregunta, y lo mismo responde a la octava pregunta y lo mismo a la novena pregunta.
décima pregunta dixo que lo que della sabe,es que este o oyó dezir al dicho Fran(cis)co de Bustamante, que fuera justo que al primer ynventor que publicó que la dicha ymagen de n(uestr)a Sra de Guadalupe avia hecho milagros, sobre su ánima, le obieran dado cien azotes, caballero en un asno; y questo sabe y no se acuerda de más.
A la onzena pregunta, que se remite a lo que tiene dicho en la segunda pregunta, y lo mismo dize y responde a las doce preguntas (sic).
A las trece preguntas (sic), dice que lo que de ella sabe, es que, a lo que a este t(estig)o le pareció, que algunos vezinos desta cibda , que estaban junto a este t(estig)o, oyendo el dicho sermón, se escandalizaban y tubieron pena de lo que el dicho prouincial dezia; porque pretendian ser debotos de Nuestra Sra; y asi le pareció a este t(estig)o; y que, después de salidos del dicho sermón, oyó dezir este testigo a muchas personas que no les avya parecido bien lo que, en este caso, el dicho fray Fran(cisc)o de Bustamante avia dicho, por aver tocado en la deboción de n(uestr)a Sra de Guadalupe; y en toda la mayor parte desta cibdad a visto este testigo, que a tenido y tiene deboción y an ocurrido a ella con sus limosnas y oraciones; y esto es lo que sabe para el juramento que tiene hecho y firmólo de su nombre.
Folio 11a
Preguntado si oyó el sermón que tres dias antes Su Señoria Rma., predicó en esta ciudad y cómo, en él, procuró de persuadir a todo el pueblo a devoción de Nuestra Señora, diciendo cómo Su Hijo precioso en muchas partes ponía devoción a la imagen de su Madre preciosa en los pueblos y despoblados y para esto señaló a Nuestra Señora la Antigua y de los Remedios y Nuestra Señora de Monserrrate y de la Peña de Francia y nuestra Señora de Lorito (sic).
Dixo que este testigo se halló presente al sermón que le es preguntado que hizo el Señor Arzobispo, y las mismas palabras y por el mismo orden que le es preguntado, se las oyó decir, con la cuales puso mucha devoción a todo el pueblo; y asi toda la mayor parte de la dicha ciudad, como dicho tiene, ha visto este testigo que sigue y prosigue la dicha devoción de Nuestra Señora y este testigo, de más de esto, ha oido decir que, aunque los religiosos de las órdenes que residen en México que son predicadores y han procurado de estorbar la dicha devoción, no les aprovechan nada, antes serán espuelas para que con más ardor visiten y sirvan a la dicha ermita.
Preguntado si Su Señoria Revma., en el dicho sermón dixo que en el Concilio Lateranense, en una sesión, se mandaron dos cosas sopena de excomunión al Sumo Pontifice reservada: la una que nadie infamase a los prelados y la otra que ninguno predicase milagros falsos ni inciertos; y que Su Señoria no predicaba milagro ninguno de los que algunos decian haber hecho la dicha imagen de Nuestra Señora ni hacia caso de ellos, porque no tenia información hecha de ellos; que andaba haciendo la información Y, según lo que se hallase por cierto y verdadero, aquello se predicaria o disimularia; que los milagros que su Señoria predicaba de Nuestra Señora de Guadalupe, era la gran devoción que toda esta ciudad ha tomado a esta bendita imagen, y los indios también, y cómo van descalzas las señoras principales y muy regaladas y a pie, con sus bordones en las manos, a visitar y encomendar a Nuestra Señora; y de esto los naturales han recibido grande ejemplo y siguen lo mismo.
Dixo que, como este testigo tiene dicho, se halló presente al sermon que el dicho señor Arzobispo predicó (y) le es preguntado y que, encuanto decir, como el dicho Fray Francisco de Bustamante dijo, que el señor Arzobispo que (a)probaba los milagros que se decia haber hecho la dicha imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, fue testimonio que se le levantó, porque no dijo sino que, aunque le habian dicho algunos milagros, que, por el presente, no queria tratar de ellos, hasta haber acabado la averiguación que de ellos andaba haciendo; porque este testigo oyó decir al dicho Señor Arzobispo que en el Concilio que en la pregunta se declara, se habia prohibido y puesto pena de exco
Folio 11b
munión a quien predicase milagro falso o incierto y que lo que este testigo oyó decir al dicho Señor Arzobispo de los milagros que habia hecho, es que muchas señoras de este pueblo y doncellas asi de calidad como de edad, iban descalzas y con sus bordones en las manos a la dicha ermita de Nuestra Señora, y que asi este testigo lo ha visto, porque ha ido muchas veces a la dicha ermita; de que este testigo no poco se ha maravillado; por haber visto muchas viejas y doncellas ir a pie, con sus bordones en las manos, en mucha cantidad a visitar la dicha imagen; y esto es lo que sabe.
Preguntado si sabe que Su Señoria Revma., ha mandado predicar y, en su presencia, se ha predicado a los indios cómo han de entender la devoción de la imagen de Nuestra Señora, cómo no se hace la reverencia a la tabla ni a la pintura, sino a la imagen de Nuestra Señora, por razón de lo que representa, que es a la Virgen Maria, Nuestra Señora; y como la reverencia que a la imagen se hace no para alli, sino va a lo representado por ella y que asi deben de entenderlo, dijo que este testigo, como dicho tiene, ha ido algunas veces a la dicha ermita de nuestra Señora y, entre ellas, ayer, que se contaron ocho dias de este presente mes, y estando en ella, dende a poco rato, llegó el dicho Señor Arzobispo; al cual este testigo salió a recibir con algunos amigos. Y llegados a la iglesia, el dicho Señor Arzobispo hizo oración, y hecha, se volvió a hablar con muchos indios que alli estaban, y, cómo no sabia la lengua para podelles hablar, mandó a un Sacerdote que se llama... de Manjarrez, que les declarase lo que el dicho Señor Arzobispo les queria decir, el cual como lengua que es, les dijo todas las palabras en la pregunta contenidas; y este testigo lo sabe, porque, Como dicho tiene, se halló presente, por que medianamente entiende la lengua de los indios.
Preguntado si este testigo ha visto que, después que se ha manifestado y divulgado la devoción de la dicha ermita de Nuestra Señora de Guadalupe, ha visto que han cesado, en esta ciudad de México, muchos juegos y muchos placeres ilicitos, como era que muchas personas se iban a las huertas, desde la mañana hasta la noche, y muchos de ellos sin oir misa, y otras personas estaban tres y cuatro dias en sus regocijos y pasatiempos, sin tornar a esta ciudad, donde se hacian ofensas a Dios Nuestro Señor; para lo cual y viendo la disolución que en este caso habia, el arzobispo, de buena memoria, pasado, prohibió y mandó que ningfin sacerdote dijese misa en ninguna huerta, y lo mismo ha hecho el dicho Señor Arzobispo presente, por evitar los dichos males; y que los fieles oyesen misa y sermón.
Dijo que este testigo como vecino que es de esta Ciudad, por trato y conversación que en ella tiene, vio, de mucho tiempo
Folio 12a
a esta parte, asi en el tiempo del Señor Arzobispo pasado Como del presente, ir mucha gente a las huertas, asi hombres Como mujeres, y a ellas llevar muy bien repuesto de comida y cena, donde, en algunas partes, que este testigo se halló, vio jugar y hacer otros excesos; y que, después aci que se divulgó la devoción de nuestra Señora de Guadalupe; ha cesado mucha parte de lo que tiene dicho, y ya no se platica otras cosas en la tierra, sino es: dónde quereis que va(ya)mos? Vámonos a Nuestra Señora de Guadalupe; que le parece a este testigo que está en Madrid que dicen: Vamos a Nuestra Señora de Atocha; y en Valladolid: a nuestra Señora del Prado. Y que, a lo que tiene entendido este testigo, que ha sido muy gran bien y mucho provecho para las ánimas haberse principiado la devoción de Nuestra Señora de Guadalupe, adonde los que van, hallan continuamente misas que los fieles y devotos mandan decir, y, algunos dias de fiesta, sermones; y esto es lo que sabe y firmólo de su nombre. Fuele encargado el secreto, sopena de excomunión a Su Señoria reservada; el cual dijo que asi lo guardaria.
[El Sr. Arzobispo no firmó ni éste, ni las siguientes actas, hasta fol. 16a] (Al margen izquierdo:) Testigo Marcial de Contreras [letra del Sr. Montúfar]
Johan de Salazar (rúbrica)
después de lo susodicho, en la dicha ciudad de México, el dicho dia, mes e afio susodichos, para información de lo susodicho, Su Señoria Rma., del Arzobispo mi Señor, mandó parecer ante si a Marcial de Contreras, clérigo presbitero, del qual, por mi el dicho notario, en presencia de Su Señoria fue tomado y recibido juramento en forma, por Dios y por Santa Maria e por la señal de la cruz, en que puso su mano derecha, so cargo del cual prometió de decir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado y por Su Señoria Rma., le fueron hechas las preguntas siguientes:
Primeramente fue preguntado cómo se llama y qué edad tiene, dixo que se llamaba Marcial de Contreras, clérigo presbitero y que será de edad de veinte y ocho años a veinte y nueve años, poco mas o menos;
y preguntado si conoce a Fray Francisco de Fustamante (sic) , (pro)vincial de la orden de San Francisco, dijo, que si, que dos veces le habia visto predicar y que ha oido decir que se llama asi, y que no le tocan ni empecen las generales.
preguntado si ayer, que se contaron ocho dias del presente mes de setiembre, oyó en sanct Francisco, en la capilla de Sanct Joseph al
dicho Fray Francisco de Fustamante (sic) predicar de nuestra señora, especialmente en lo tocante a la devoción que esta ciudad tiene en la imagen de Nuestra Señora, que está en la ermita que dicen de Nuestra Señora de Guadalupe, media legua de dicha ciudad, dijo que lo que le oyó decir es lo siguiente: Yo no soy devoto de Nuestra Señora, quisiéralo ser; si pensase a las más pobre vieja quitalle su devoción, no me ternia por buen cristiano; y el Prelado lo hace; pero quitar a los indios aquello que años ha que predicamos, aunque yo no he hecho a indios sino pocos sermones, y es que no adoren a Nuestra Señora por Dios, que son muy devotos y que estas imágines son de piedra y de palo, y que estan para que nos acordemos por ellas de las que están arriba, y que vengan agora a decir que una imagen que está alli pintada de un indio que hace milagros...
Folio 12b
Dixo más que le oyó decir al dicho prouincial que una de las cosas contrarias, para la buena cristiandad de los naturales, era sustentar la devoción de la dicha ermita de Nuestra Señora de Guadalupe; porque, desde su conversion, se les habia predicado que estas imágenes y las demás, servian solamente para que, por ellas, nos acordasemos de las del cielo.
Otro sí dijo que en la ciudad hay gran scándalo, a lo que este testigo ha oido, de lo que el dicho provincial predicó; y que seria bueno enviarlo a España; y que esta es la verdad. Y fuele leido y rectificóse en ello; y dijo que otras cosas dicen por ahi que dijo, las cuales no oyó este testigo; porque como oyó lo que dicho tiene, dijo entre si: esto parece que va con pasión, no lo quiero oir; y saliose de la iglesia. Y firmólo de su nombre.
Marcial de Contreras (rúbrica)
[Testigo: el Bachiller Puebla]
E después de lo susodicho en la dicha ciudad de México el dia,
mes e año suso dichos para su información de lo susodicho, Su
Señoria Rma., mandó parecer ante si al bachiller Puebla, clérigo presbitero, al qual por mi el dicho notario y en presencia de Su Señoria Revma., fue tomado juramento en forma por Dios y por Santa Maria e por la señal de la cruz en que puso su mano derecha, so cargo del cual prometió decir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado; y por su Señoria Rvma., le fueron hechas las preguntas siguientes:
Preguntado cómo se llama y qué edad tiene, dixo que se llama el bachiller Puebla y que es de edad de cuarenta años y que no le tocan las generales.
Fuéle leido un interrogatorio hecho por ciertos memoriales que trujeron diversas personas que oyeron predicar a fray Francisco, de Bustamante, provincial, de la orden de San Francisco, antier dia de la Natividad que se contaron ocho del presente mes de Setiembre, por el cual fue declarando lo siguiente: el cual suplicó a Su Señoria que no le mandase decir en esta causa, pues el sermón fue público y hay muchos testigos, porque él es capellán del Ilmo. Virrey y de la Audiencia Real, y recibiria señalada merced que no le mande decir en esa causa; y Su Señoria rma. le dijo que, porque esta causa es de materia sutil y de letrados, conviene tomar el dicho suyo, como de persona docta y leida, que notaría bien lo que oyó, y asi le mandó so pena de excomunión.
Folio 13a
mayor latae sententiae unica protrina monitione praemissa, en la cual ipsofacto incurra, lo contrario haciendo, cuya absolución en sí reservó, que diga la verdad de todo lo que supiere y le fuere preguntado; y dijo que como hijo de obediencia, que si.
Preguntado por la primera pregunta del dicho interrogatorio, dice que la sabe como en ella se contiene y asi pasó.
A la segunda dijo que él se halló el dicho día en el sermón, como dicho tiene, y el dicho provincial dijo... Que por las preguntas del dicho interrogatorio quiere ir diciendo, para mejor acordarse.
Preguntado si quando [sigue en blanco en el original].
3 A la tercera pregunta dixo que haberse parado atemorizado y de color mortal el dicho provincial, dixo que no advirtió en ello y que dijo que él no era devoto de Nuestra Señora o poco devoto , y que este testigo lo juzgó haberlo dicho por humildad y porque no pareciese alabarse; y lo demás dice que asi pasó como la pregunta lo dice.
4 A la cuarta pregunta, dixo que, a la letra, como en ella se contiene, lo dijo el dicho provincial, y asi se lo oyó este testigo.
5 A la quinta pregunta dijo que no se acuerda de lo en ella contenido.
6 A la sexta, dijo que asi pasó como en ella se contiene y el dicho provincial dijo lo que en ella contiene y el dicho provincial lo dijo.
7 A la sétima pregunta dijo que es la verdad que el dicho provincial dijo lo que en ella contenido.
8 En la octava pregunta dixo que es la verdad que el provincial dixo que la limosna que, en la dicha ermita se daba, fuera mejor darla a pobres vergonzantes y al hospital de las bubas; lo demás que no se acuerda.
9 A la nona pregunta dijo que el dicho provincial dijo, en el dicho sermón, lo dicho en la dicha pregunta contenido, excepto en
lo postrero que dice la pregunta, que habia dicho que si esta devoción iba adelante, prometió de jamás predicar a indios, porque seria tornar a deshacer lo hecho. Dice que no se acuerda bien si dijo que si esta devoción iba adelante, pero de prometer de no predicar a indios, acuérdase bien que lo dijo.
10 A la décima dijo que es verdad que el dicho provincial dijo que fuera bien que al primero que lo inventó, le dieran ciento o doscientos azotes.
11 A la undécima pregunta dixo que el dicho provincial lo dijo todo, como en ella se contiene.
12 A la doce dijo que no se acuerda de ella.
13 A la trece dijo que es verdad que alli en la iglesia y después en la ciudad ha habido grande scandalo, sobre las cosas que el dicho provincial predicó, y asi muchas personas escandalizadas, de lo que habian oido, venian a preguntar a este testigo que le parescia; y que les decia que no bien y que habia sido escándalo.
14 A la última dijo que asi es público y notorio, como el sermón fue público.
Folio 13b
Dixo que ésta es la verdad para el juramento que tiene hecho y leyósele y retificóse en ello y firmólo de su nombre, el cual interrogatorio está firmado del dicho bachiller Puebla.
El Bachiller Puebla (rúbrica)
[Testigo: el Bachiller Francisco de Salazar]
E después de lo susodicho, en la dicha ciudad de México, el dicho dia, mes e año susodichos, Su Señoria Revma., para información de lo susodicho, mandó parecer ante sí al bachiller Francisco de Salazar, del cual por Su Señoria Rvma., fue tomado y recibido juramento en forma por Diose por Santa Maria y por la señal de la cruz, sobre que puso su mano derecha, so cargo de lo cual prometió decir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado; y por Su Señoria Revma., le fueron hechas las preguntas siguientes, el cual dijo a la solución del dicho juramento: Si juro y amén.
Preguntado cómo se llama y qué edad tiene y qué oficio, dijo que se llama el bachiller Francisco de Salazar y que es abogado de esta Real Audiencia y que no le tocan las generales. [Un renglón en blanco]
A la primera pregunta del interrogatorio dijo que conoce al padre fray Francisco de Fustamante (sic), provincial de la orden de Señor San Francisco, puede haver cinco años poco más ó menos, y que este testigo se halló presente al sermón que el susodicho predicó, martes que se contaron ocho de este mes de Setiembre, dia del nascimiento de Nuesta Señora, en la capilla que llaman de Sant Joseph, que está en el monasterio de Señor San Francisco, en esta dicha ciudad; y esto respondió a esta pregunta.
A la segunda pregunta dijo que lo que sabe del caso es que, estando el dia contenido en la pregunta antes de ésta, este testigo con otras muchas personas que se hallaron presentes al sermón, que el dicho fray Francisco de Bustamante predicó, vio que el dicho fray Francisco, después de la mayor parte del sermón, mostrando el rostro atemorizado según sus palabras y la color que mudó, dijo que él no era deboto de Nuestra Señora, lo cual entendió este testigo que dijo por no alabarse, e que si por alguna palabrao cosa que dijese se quitase a la menor vejezuela la devoción, que tal no era su intención y no lo haria como cristiano; pero que le parecia que la devoción que esta ciudad ha tomado en una ermita c casa de Nuestra Señora que han intitulado de Guadalupe es en gran perjuicio de los naturales, porque les daban
Folio 14a
a entender que hacia milagros, aquélla imagen que pintó un indio y a que era dios; y contra lo que ellos habian predicado y dádoles a entender, dende que vinieron a esta tierra, que no habian de adorar aquellas imágenes, sino lo que representaban que está en el cielo; demás que alli se hacian algunas ofensas a Dios Nuestro Señor, segun era informado, e la limosna que se daba fuera mejor daría a pobres vergonzantes que hay en esta ciudad; y aun que no se sabia en que se gastaba, y que mirasen los que alli iban lo que hacian, porque era en gran perjuicio de los naturales; y que fuera bien al primero que dijo que hacia milagros, le dieran cien azotes y al que lo dijere de aqui delante, sobre su ánima, le dieran ducientos, caballero en un caballo; y que encargaba mucho el examen de este negocio al Señor Visorrey y Presidente e Oidores de la Real Audiencia que estaban presentes; y que, aunque Su Señoria Revma., dijese otra cosa, que por eso el Rey tenia jurisdicción spiritual y temporal; y esto encargó mucho a los dichos señores Presidente e Oidores; y, añadiendo a estas palabras, dijo que no era bien predicarlo en púlpitos, primero que estuviesen certificados en ello y de los milagros que se decia que habia hecho y esto respondió a esta pregunta.
A la tercera pregunta dijo que se remite a lo que tiene dicho en la segunda pregunta.
A la pregunta cuarta dijo que se remite y refiere a lo que tiene dicho en la segunda pregunta.
A la pregunta quinta dijo que se remite a lo que tiene dicho en la segunda pregunta.
A la sexta pregunta dijo que lo que sabe es que el fundamento que esta ermita tiene, dende su principio, fue el titulo de la Madre de Dios, el cual ha provocado a toda la ciudad a que tengan devoción, en ir a rezar y encomendarse a ella, y de fuera de esta ciudad. Estando este testigo en la dicha ermita, asi españoles como naturales, ha visto entrar en ella con gran devoción y a muchos de rodillas, dende la puerta hasta el altar donde está la dicha imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Y éste le parece fundamento bastante para sustentar la dicha ermita, y querer quitar la tal devoción, seria contra toda cristiandad y esto sabe este testigo, porque después que esta devoción está en la dicha ermita, se han quitado los paseos que ordinariamente se solian tener, dende esta ciudad a las huertas de ella, donde muchos españoles, por irse a holgar y, algunas veces, a hacer ofensas a Dios Nuestro Señor, como es público y notorio, dejaban de oir misa, domingos y fiestas de guardar. Y de presente este testigo ha vis to que toda la plática y conversación que en esta ciudad se trata, entre los
Folio 14b
devotos de la Madre de Dios, solamente es que vayan a rezar y encomendarse a ella; y lo tienen por devoción muchos ir a caballo y otros a pie; y en ello hay muy gran continuación en la distancia de camino que hay, dende esta ciudad a la dicha ermita; porque alli oyeron sermones y misas y no solamente las personas que sin detrimento de su edad y sin vejación de su cuerpo pueden, van a Pie, pero mujeres y hombres de edades mayores y enfermos, con esta devoción van a la dicha ermita. Y ansimesmo este testigo ha visto que los niños pequeños que tienen entendimiento, como ven a sus padres y a otras personas tratar de esta devoción, importunan mucho que los lleven alli; por donde notoriamente se colige sustentar la dicha ermita y devoción, será en gran pro y utilidad de esta república; y lo contrario seria quitar el mantenimiento del ánima, y asi parte de la vida. Y esto responde a esta pregunta.
A la sétima pregunta dixo se refiere a lo que tiene dicho en la segunda pregunta.
A la otava dijo lo mismo.
A la nona pregunta dijo que se refiere a lo que tiene dicho en la segunda pregunta.
A la décima pregunta dijo que se refiere a lo que tiene dicho en la segunda.
A la undécima dice que se refiere a lo que tiene dicho en la segunda pregunta.
A la doce lo mesmo. A la trece dijo que lo que sabe de ella es que este testigo vio, en muchas personas, que recibieron scándalo con las palabras que el dicho provincial dijo; y de tal manera, que todo lo que habia dicho tocante a la Natividad de Nuestra Señora, habia sido como si no hubiera dicho nada, por haber contradicho una devoción tan grande que esta ciudad tiene y a ella se mueve todo el pueblo. Y habiendo Su Señoria animado a la dicha devoción, como ordinariamente anima a la dicha ciudad, viendo el buen principio que llevan los españoles. Y que de esta manera cree este testigo que redundará en pro y utilidad de los naturales por lo que ha visto en esta devoción, y asi vendrán a convertirse mayormente. Que este testigo ha visto, hallándose presente a ello en la dicha ermita, que Su Señoria Revma., ha mandado juntar los naturales que a la dicha ermita habian venido y, mediante su intérprete, Francisco de Manjarrés, clérigo presbitero, persona de buena vida, les diese a entender cómo habian de adorar, en aquella devoción, la imagen de Nuestra Señora que alli estaba en el altar, porque representaba la del cielo, Madre de Dios verdadero, y que no hacian reverencia al lienzo ni pintura
Folio 15a
ni palos de las imágenes, sino a las imágenes por lo que representaban; y asi lo hizo el dicho Francisco de Manjarrés. Y en lo demás que esta pregunta dice de no oir sermón al dicho fray Francisco de Bustamante, dijo que por respeto del escándalo que hubo con la contradicción que hizo; y de presente no se trata otra cosa, sino decir: Aunque pesa a Bustamante, hemos de ir a servir a Nuestra Señora donde quiera que su imagen esté; y, contradiga él la devoción cuanto quisiere, que antes es dar a entender que le pesa de que vayan españoles alli, y, de aqui adelante, si ibamos una vez, iremos cuatro; y por estas causas han perdido muchas personas la devoción que tenian con los sermones del dicho fray Francisco de Bustamante. Y esto es lo que sabe para el juramento que hizo y no otra cosa. Y siéndole leido por mi el dicho notario y en presencia de su Señoria Revma., se rectificó en ello y dijo que era la verdad y firmólo de su nombre.
El Bachiller Salazar (rúbrica)
[Testigo: Gonzalo de Alarcón]
E después de lo susodicho, en la dicha ciudad de México, el dia, mes e años susodichos para información de lo susodicho su Señoria Revma., del Arzobispo mi Señor, mandó parecer ante si a Gonzalo de Alarcón, del cual por Su Señoria Revma., fue tomado y recibido juramento en forma, por Dios y por Santa Maria e por la señal de la cruz sobre que puso la mano derecha; so cargo de él prometió decir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado. E por Su Señoria Revma., fueron hechas las preguntas siguientes:
Preguntado cómo se llama y de qué edad es, dijo que se llama Gonzalo de Alarcón y que es de edad de cuarenta años, poco más ó menos, y que no le tocan las generales, mas que este que declara vino arrimado, a Su Señoria de Spaña y que siempre ha tenido a Su Señoria por señor, aunque vive por si en Su casa. Y preguntado si conoce a Fray Alonso de Santiago, fraile de la orden de San Francisco, dijo que conoce a Fray Alonso, fraile de la orden de Sant Francisco, porque le ha visto y hablado con él, en el monasterio del dicho San Francisco, y que ha oido decir que se llama por sobrenombre de Santiago, que es hombre bien dispuesto, moreno, y que estuvo en el sermón que hizo el Illmo. Señor Don Alonso de Montúfar, arzobispo de esta Santa Iglesia de México, el domingo que pasó, que se contaron seis dias del mes de setiembre del año susodicho, porque este testigo estuvo con él en el dicho sermon.
Preguntado que es lo que ha oido decir al dicho fray Alonso de Santiago, de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que está en una ermita media legua

Folio 15b
de esta dicha ciudad, dijo que el mismo domingo en la tarde fueron este testigo y el bachiller Carriazo a Sant Francisco. Estuvieron hablando con fray Antonio de Huete, y después se juntó con los susodichos el dicho Fray Alonso y otros frailes y otras personas legas, especialmente Alonso Sánchez de Cisneros de Madrid, balanzario de la casa de la Moneda. Y el bachiller Carriazo comenzó (a) tratar del sermón del Ilmo. Señor Arzobispo que en dia habia predicado, aunque antes se habia tratado ansimesmo de ello. Y a las palabras que dijo el bachiller, respondió fray Alonso: Asi como comenzó a decir el Ilmo. Sr. Arzobispo: Beati oculi qui vident quae vos videtis, que fue el tema del dicho sermón, dixo el dicho fray Alonso: Luego vi que iba a parar en Nuestra Señora de Guadalupe. Y que tratando de ello, discutieron sobre si era bien que el dicho Señor Arzobispo prosiguiese la devoción de la dicha imagen. Que el dicho Fray Alonso dijo ciertas razones, por do le parecia que no se debia hacer, porque era alterar a los naturales de la tierra y aún a españoles; porque viendo los dichos indios que se hacia tanto caudal de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que seria escandalizarlos; porque creerian que era aquella la verdadera Nuestra Señora y que la adorarian; porque antiguamente ellos solian adorar idolos y que era gente flaca. Y asi mismo el dicho fray Alonso le dixo al dicho bachiller: Aguarde V.M. un poco y traeré un libro y vera un capitulo que habla en el mismo caso. Y fue y lo trujo y lo mostró al dicho bachiller y él tomó el dicho libro y leyó la mitad del dicho capitulo y era el terdécimo Deuteronomio. Y tratando sobre otras cosas, asimismo se dijo alli que ya que el Ilmo. Señor Arzobispo quisiese que, por devoción se fuese a aquella ermita, habia de mandar que no se nombrase de Nuestra Señora de Guadalupe, sino de Tepeaca o Tepeaquilla; porque, sin en España, Nuestra Señora de Guadalupe tenia aquel nombre, era porque el mesmo pueblo se decia asi de Guadalupe.
Preguntado a qué fin trujo el dicho libro, el dicho fray Alonso de Santiago, dijo que a respecto de lo que alli se trató y que fue que el dicho bachiller dijo: Mira que dice aqui solamente habemos de adorar y servir a Nuestro Señor.
Preguntado si es verdad que tratándose alli si se habia de hacer procesión a la dicha ermita, el dicho Fray Alonso de Santiago dixo: El dia que se hiciese, se habia de ir el Virrey con los conquistadores a hacer alarde a Chapultepeque. Dijo que es verdad que pasaron estas palabras y otras semejantes, porque las dijo el dicho fray Alonso.
Preguntado si sabe que en esta ciudad ha habido grande escándalo por un sermón que predicó Fray Francisco de Bustamante, provincial de San Francisco contra la devoción de la dicha ermita. Dixo que este que declara no estuvo en el dicho sermón, pero que a muchas personas de las principales de esta ciudad y a Oidores ha oido tratar y tratado con ellos del dicho sermón, y todos los que de él han tratado y trataban, les pareció muy mal y que no eran palabras las que dijo que se habian de decir especialmente en púlpito, porque se alteraron las personas más
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principales que estuvieron en el dicho sermón. Y que esta la verdad para el juramento que tiene hecho; y fuéle leido y retificóse en ello y firmólo de su nombre.
Archiepiscopus Mexicanus
Gonzalo de Alarcón (rúbrica)
[Testigo: Alonso Sánchez de Cisneros]
E después de lo susodicho, en la dicha ciudad de México, el dicho dia, mes e año susodichos, para información de lo susodicho, Su Señoria Revma. mandó parecer ante sí a Alonso Sánchez de Cisneros, vecino de esta ciudad, del cual por Su Señoria Revma., fue tomado y recibido juramento en forma, por Dios y Santa Maria y por la señal de la cruz, en que puso su mano derecha, so cargo del cual prometió decir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado., y por Su Señoria Revma., le fueron hechas las preguntas siguientes:
Preguntado cómo se llama y qué edad tiene, dixo que se llama Alonso Sánchez de Cisneros y que es de edad de más de treinta y cinco años.
Preguntado por el dicho interrogatorio, a la primera pregunta, dixo que le conoce y que se halló en el sermón del dicho provincial en el dicho dia de Nuestra Señora de Setiembre.
A la segunda dixo que le oyó decir al dicho provincial que él y todos los demas religiosos habian procurado con muy grande instancia de evitar que los naturales de esta tierra tuviesen su devoción y oración en pintura y en piedras, por quitarles la ocasión de sus ritos y ceremonias antiguas de adorar en sus idolos; y con esta devoción nueva de Nuestra Señora de Guadalupe, parecia que era ocasión de tornar a caer en lo que antes habian tenido; porque era una pintura que habia hecho Marcos, indio pintor, y que para aquella devoción aprobarla y tenerla por buena, era menester haber verificado los milagros y comprobádolos con copia de testigos; pero que él tenia a Su Señoria del Señor Arzobispo, por tal persona en ciencia y conciencia, que lo habria todo mirado bien, como persona a cuyo cargo está el estado eclesiástico; pero junto con esto el Ilmo. Visorrey, los señores Oidores, Como Supremos asi en lo eclesiástico como en lo seglar, lo examinasen; pues era a Su cargo, Como personas que en el todo están por su Majestad y que tenia por cosa más pia y me
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ritoria socorrer los hospitales y necesitados de la ciudad que sabia que padecia necesidad extrema, que no ir a semejantes romerias.
A la tercer que no sintió de haber perdido el color, porque estaba este testigo lexos del púlpito, y que le oyó decir que no era devoto de Nuestra Señora, pero que entendió que era con humildad, y dijo que le oyó decir todo lo demás contenido en la pregunta.
A la cuarta pregunta dijo, que dice lo que dicho tiene y a ello se refiere, y lo demás no se acuerda.
A la quinta pregunta dijo que es la verdad que le oyó estar muy firme en contradecir la devoción de la dicha ermita, y que, en lo demás, dice. lo que dicho tiene.
A la sexta pregunta dijo que no se acuerda.
A la sétima pregunta dixo que no está muy entero en ella; pero que le parece que se lo oyó.
A la octava pregunta dijo que ya tiene dicho en la segunda pregunta, y que a ella se refiere, en lo postrero de la dicha pregunta, que dice que no sabia en que se gastaban las limosnas, dice que no se acuerda habérselo oido.
A la nona pregunta dijo que,le parece a este testigo que asi se lo oyó decir al dicho provincial.
A la décima pregunta dijo que le parece que asi se lo oyó decir en el sermón.
A la undécima pregunta dice lo que dicho tiene en la segunda pregunta. A la doce pregunta dijo que dice lo que tiene dicho en la segunda.
A la trece pregunta dijo que vido estar confusos la mayor parte de los que oyeron el sermón, de haber oido lo que trató, tocante a la devoción de la dicha ermita; y que muchos de los que estaban cerca de este testigo les oyó decir: Mejor estuviera esto por decir. Y dice que es pública voz y fama lo contenido en el dicho sermón del dia de Nuestra Señora de setiembre.
Preguntado si el domingo pasado, antes de la dicha fiesta, que se contaron seis dias de setiembre, si estuvo en San Francisco con ciertos religiosos de los cuales o alguno de ellos mostró contrariedad a la dicha imagen y ermita, dixo que es la verdad que estuvo alli con ellos y que sintió de ellos ser de la misma opinión que el provincial.
Preguntado que es lo que alli se trató contra la dicha imagen, dijo que oyó decir a fray Antonio de Huete, fraile de la dicha orden, que se debiera dar el nombre de Tepeaquilla que era el lugar donde estaba la iglesia (e) imagen, y que, primero que se aprobara la dicha devoción, habian de estar comprobados
Folio 17a
los milagros y que esto es lo que oyó decir; y ansi mesmo a fray Alonso de Santiago, fraile de la dicha orden, no estar en lo hecho de la dicha devoción; y que para ello sacó un libro, para probar su intención en que a solo Dios se debe la adoración, y que esto parece que le oyó decir a este dicho fraile.
Preguntado el libro que alli trujo el dicho fray Alonso de Santiago, si era de las Sagradas Escrituras, y para que fin lo trujo, y qué es lo que en él leyó, dixo que no sabe qué libro era, más de que leyó en él, cómo se debia a solo Dios la adoración, como dicho tiene, y que también oyó decir al dicho fraile cómo habia tratado el mismo negocio con el doctor Rafael Cervantes, tesorero de esta santa iglesia. Y que esta es la verdad para el juramento que tiene hecho.
Fuéle leido ante Su Señoria revma.y retificose en ello y firmólo de su nombre
Alonso Sánchez de Cisneros (rúbrica)
[Testigo:Alvar Gómez de León]
E después de lo susodicho, en la dicha ciudad de México, el
dia, mes e año susodichos, para información de lo susodicho, Su
Señoria Revma.mandó parecer ante si, a Alvar Gómez de León, del cual Su Señoria Revma., tomó y recibió juramento en forma por Dios e por Santa Maria e por la señal de la cruz, en que puso Su mano derecha, so cargo del cual prometió decir verdad de lo que supiese y le fuese preguntado y por Su Señoria Revma., le fueron hechas las preguntas siguientes:
A la primera pregunta dijo que conoce al dicho Fray Francisco de Bustamante, contenido en la dicha pregunta, y que se halló en el sermón contenido en la dicha pregunta. Dijo que se llamaba Alvar Gómez de León, y que es de edad de cincuenta y cinco años poco más o menos, y que no le tocan las generales.
A la segunda pregunta dijo que lo que oyó en el sermón del dicho Bustamante, fue que los religiosos habian trabajado con estos naturales en dalles a entender que Nuestra Señora no era Dios, porque aunque el arzobispo habia predicado que los indios no eran devotos de Nuestra Señora, que eran tan devotos que ellos tenian a Nuestra Señora por dios; y que dijo que sustentar esta imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que, a lo que entendió este testigo, que le pareció al dicho fraile que era yerro; y que aquélla no era sino imagen semejanza de la del cielo, que también habia acá imagen de Nuestra Señora en la iglesia mayor como aquélla, y que las limosnas que alli se daban fuera mejor darlas a los mas pobres vergonzantes y al hospital de bubas, que otras obras habia buenas en estas
Folio 17b
en que se podian mejor emplear; y que, aunque algunos iban con devoción, otros iban a hacer maleficios y comidas y que dado que Su Señoria Rma., era el primero en la jurisdicción eclesiástica, que el Señor Visorrey y los Oidores tenian mano en lo uno y en lo otro; y asi se lo encargaban.
3 A la tercera pregunta dijo que asi se lo oyó, como en ella se contiene; y de pararse atemorizado y la color mortal, que no lo oyó, pero lo ha oido y que es la verdad que dijo que no era devoto de Nuestra Señora, pero que lo deseaba ser y que este testigo entendió que lo dijo por humildad.
4 A la cuarta pregunta dixo que se remite a lo que tiene dicho en la segunda pregunta y que le parece que el dicho prouincial dixo que los religiosos habian dado a entender a los indios que no adorasen las imágenes, sino lo que representan, que está en el cielo.
5 A la quinta pregunta dijo que dice lo que dicho tiene, y que le parece que lo contenido en la dicha pregunta fue decir que habian dado los religiosos a entender a los indios que no habian de adorar aquellas imágenes que estaban pintadas, sino lo que representa que está en el cielo y que cree que la intención del dicho padre Bustamante, fue dar entender que la reverencia se debe a lo representado por las imágenes y no a la pintura ni al palo.
6 A la sexta pregunta dijo que asi lo dijo el dicho provincial, como en ella se contiene.
7 A la sétima pregunta dijo que asi se lo oyó como en ella se
contiene y según dicho tiene.
8 A la otava pregunta dice que dice lo que dicho tiene y lo demás que se lo oyó como en ella se contiene.
9 A la nona pregunta dijo que es verdad que dijo que, yendo un indio cojo a la ermita y por venir cansado podria ser venir más cojo, y seria darles ocasión para quitarle la devoción; que no se acuerda bien como dijo esto; y que si esto no se remediaba no predicaria más a indios en toda su vida.
10 A la décima pregunta dijo que lo que oyó al dicho provincial fue que haciéndose información sobre los milagros y no hallándose cierta, que sobre su ánima le diesen cien azotes que serian bien empleados.
11 A la undécima pregunta dice que dice lo que dicho tiene y que asi pasó y lo encargó el Señor Visorrey y Oidores.
12 A la doce pregunta dijo que no se acuerda más.
13 A la trece pregunta dixo que ha mucho oyó decir que predicó bien en las cosas de Nuestra Señora y que en lo demás que predicó cerca de quitar la devoción de la dicha imagen, dicen que fue muy desacatado contra Su Señoria Rma. y lo demás que no lo sabe.
Preguntando si ha ido alguna vez a visitar la dicha imagen de Nuestra Señora en la dicha ermita y si sabe y ha visto el gran concurso de gente
Folio 18a
y devoción con que todos visitan a la dicha imagen y dan sus limosnas, dijo que es verdad que ha ido alli una vez y que topó muchas señoras de calidad que iban a pie y otras personas, hombre y mujeres, de toda suerte a la ida y a la venida; y que alli vio dar limosnas hartas y que, a su parecer que era con gran devoción, y que no vio cosa que le pareciese mal, sino para provocar a devoción de Nuestra Señora y que a este testigo, viendo a los otros con tanta devoción le provocaron a más y que le parece que es cosa que se debe favorecer y llevar adelante, especial que en esta tierra no hay otra deboción señalada, donde la gente haya tornado tanta devoción, y que con esta santa devoción se estorban muchos de ir a las huertas, como era costumbre en esta tierra; y agora se van alli donde no hay aparejos de huertas ni otros regalos ningunos más de estar delante de Nuestra Señora en contemplación y devoción, de la manera que van en Madrid, a Nuestra Señora de Atocha y, como en muchas partes este testigo ha visto ir los cristianos a otras casas de devoción que están una, dos y más leguas. Y asi dice este testigo que en lo que el dicho padre predicó y tocó en los loores y alabanzas de Nuestra Señora, le contentó y lo predicó muy alta manera y que en contradecir la devoción de la dicha imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, le pareció que se desacataba algo contra Su Señoria Rma. y que ésta es la verdad para el juramento que tiene hecho. Y fuéle leido y fréctifase (?) en ello. Y firmólo de su nombre. Y fuéle encargado el secreto so pena de excomunión y dijo que asi lo guardaria.
Fr. A. Archiepiscopus mexicanus
Alvar Gómez de León (rúbrica)
Folio 18b
[en blanco]
Folio 19a
[Testigo: Juan de Masseguer]
En veinte y cuatro dias del mes de setiembre de mil e quinientos y cincuenta y seis años, pareció ante Su Señoria Rma., Juan de Masseguer, vecino y casado en esta ciudad de México y dijo que, el domingo próximo pasado, estando en el monesterio de Santiago de la orden de Sant Francisco de esta ciudad de dicha ciudad (sic) de México, después de otras cosas, platicando con él un fraile de la dicha orden que se llama fray Luis... de la dicha orden, preguntó a este testigo que dónde iba; y este testigo le dixo que iba a Nuestra Señora de Guadalupe, porque tenia una hija mala de tose. Y el dicho fraile dixo a este testigo: Déjese de esa borrachera, porque esa es una devoción que nosotros todos estamos mal con ella. Y este testigo dijo: Padre, ¿quereisme vos quitar a mi, mi devoción? Y dijo: No; pero de verdad os digo que antes me parece que ofendéis a Dios que no ganáis mérito; porque dais mal ejemplo a estos naturales; y si Su Señoria del Arzobispo dice lo que dice, es porque se le sigue su interesse y pasa de sesenta y desvaria ya. Y que esta es la verdad. Y juró por Dios verdadero y por la serial de la cruz en que puso sus manos que es la verdad lo que dicho tiene, y más se acuerda que el dicho fray Luis dijo: Calle que nosotros haremos con que el Arzobispo vaya otra vez por la mar.
Preguntado de qué edad es y si es duedo y tiene amistad o enemistad con el dicho fray Luis, dixo que es de edad de treinta y cuatro años, poco más o menos, y que no le tocan las generales; antes el dicho fray Luis ha sido su confesor; y que por parecerle mal las dichas palabras, las viene a decir a Su Señoria.
Item más que este testigo, que es natural de Barcelona, le dijo al dicho fray Luis: Padre, siete leguas de mi tierra, está Nuestra Señora de Monserrate, donde va muy mucha gente y alli hay lámparas de Su Santidad y de Su Majestad y del rey de Francia y del rey de Inglaterra y de otros señores muchos. Y el dicho fray Luis dijo que no se podia quitar las devoluciones de cada uno; pero no estaba aquello aprobado, sino que todo venia del cielo. Y este testigo le dijo: Pues, Padre, esta devoción, decidme si es buena o si es mala; porque me estorbáis que no vaya alli. El dicho religioso le respondió: Digo que más ofendéis a Dios que no le servís, por amor de estos naturales.
Preguntado si ha ido alguna vez a la dicha ermita de Nuestra Señora, dixo que más de veinte veces, y ayer particularmente fue alli a llevar una niña, hija suya, que estaba mala de tose, pues se ahogaba y la encomendó alli a Nuestra Señora y dio su limosna y le hizo decir una misa; y, bendito Dios, la niña está buena.
Folio 19b
Preguntado si, en esta ciudad, generalmente hay gran devoción con la dicha imagen que está en la dicha ermita, dixo que todo el pueblo a una tiene gran devoción en la dicha imagen de Nuestra Señora y la van a visitar con gran frecuencia de gente y devoción con que va a visitar a Nuestra Señora de todo género de gente, nobles ciudadanos y indios, aunque sabe que algunos indios han atibiado en la dicha devoción, porque los frailes se lo han mandado, según el dicho fray Luis dixo a este testigo. Y dice más que el dia de Nuestra Señora de la Natividad próximo pasado predicó en Sant Francisco, en la capilla de San Josef, fuera, fray Francisco de Fustamante (sic), provincial de la dicha orden de San Francisco, algunas cosas contra la devoción de la dicha imagen y habiendo predicado un sermón maravilloso y divino de Nuestra Señora; por mostrarse, después, contra la devoción de la dicha imagen de Nuestra Señora, hubo gran escándalo en el auditorio y lo ha habido en la ciudad. Y ha oido a muchas personas de calidad decir que mostró pasión y que se habian escandalizado; y que este testigo dice que el dicho Bustamante ha perdido mucho el crédito que tenia en esta ciudad y que, por lo que el dicho Bustamante dijo contra la dicha imagen, no ha cesado la devoción, antes ha crecido más y que cada vez que alli este testigo, ve alli más gente de la que solia.
Preguntado si se acuerda qué es lo que el dicho Bustamante predicó contra la dicha imagen, dijo que lo que se acuerda que el dicho fray Francisco de Bustamante dijo que ellos habia predicado y dado a entender a los indios que Nuestra Señora era Madre de Dios y que no era Dios ni se le debia aquella adoración que a Dios; y que viendo agora el gran concurso de la gente que va allá, a la fama de que aquella imagen, pintada ayer de un indio, que hacia milagros, que era tornar a deshacer lo hecho, y dijo más que la limosna que a la dicha ermita se daba, era mejor darla a probes envergonzantes o al hospital de las bubas; porque el tomin o candela que se daba en Nuestra Señora de Guadalupe que no sabia en qué se gastaba. Dijo más, que yendo un indio cojo a la ermita y volviendo tan cojo como se fue, era darles ocasión a que no creyesen en Dios ni en Santa Maria. Dixo más que si el primero que dixo que la dicha imagen hacia milagros fuera bien le dieran cien azotes, sobre su ánima. Dixo más que encargó mucho al Visorrey y a la Real Audiencia que examinasen mucho este negocio, que, aunque esto pertenecia al arzobispo como a juez en lo espiritual, a Su Señoria y Mercedes les convenia, pues tenian jurisdicción espiritual y temporal; por ser patrón Su Majestad en lo espiritual y temporal; que le mirasen muy bien. Y que ésta es la verdad por el juramento que tiene hecho. Y firmólo de su nombre.
Item mas dijo este testigo que el guardian de Santiago le dijo que si quisiera tomar la posesión antes (?) que el Señor Arzobispo, yo la podia tomar, y con mas justo titulo. Y este testigo le dijo que no se dice eso en el pueblo, sino que por envidia lo contradecia. Fuéle encomendado el secreto, sopena de excomunión. Dijo que lo guardaria.
Fr. A. Archiespicopus Mexicanus [rúbrica]
Francisco Gómez de Zárate, Notario Apostólico [rúbrica]
Juan de Masseguer [rúbrica]
Comentario
El presente documento es el resultado de una serie de polémicas desatadas en la Nueva España a partir del 8 de septiembre del año de 1556. En esos días se encontraba al frente de la Arquidiócesis de México D. Fray Alonso de Montúfar, el 2o. Arzobispo de México, quien es conocido como uno de los principales impulsores del culto Guadalupano. De acuerdo al contenido de la información de 1556, que a continuación presentamos, fue con motivo de la celebración de la Natividad de María de 1556 que el reconocido predicador Francisco de Bustamante puso de manifiesto durante un sermón lo dañino del culto a la Virgen de Guadalupe, argumentando entre otras cosas que éste "había sido inventado ayer" y que la imagen de la Virgen "había sido pintada por un indio, Marcos". De acuerdo a algunos de los testigos citados para esta investigación, impulsada por Montúfar, Bustamante juzgó como idolátrico el culto Guadalupano y pidió la inmediata intervención de las autoridades para erradicarlo; durante su intervención en el púlpito acusó también a Montúfar de ser divulgador de los supuestos milagros de la imagen y el santuario.
La importancia de este documento para la investigación de los orígenes del Guadalupanismo radica en el hecho de que su contenido nos muestra el ambiente imperante en los años siguientes al supuesto inicio de la tradición, en 1531. La "Información de 1556" desató, muy tempranamente, la discusión acerca de la validez del culto en el Tepeyacac al poner en duda varios de sus valores fundamentales.
En años recientes, el documento de la "Información de 1556" ha sido puesto en entredicho por algunos investigadores, quienes afirman que se trata de un proceso muy irregular y que además no fue documentado por ningún otro historiador de la época. Cabe decir, sin embargo, que el documento está escrito con letra del siglo XVI. Fue publicado por primera vez en 1888 en España.
Consulte la Bibliografía de ProyectoGuadalupe.com. Más información acerca de la "Información de 1556", en Testimonios históricos Guadalupanos, de De la Torre Villar et al, Eclipse Guadalupano, de Joel Romero Salinas y El culto Guadalupano del Tepeyac, sus orígenes y sus críticos en el siglo XVI, de Fidel de Jesús Chauvet .

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