BERLÍN/PARÍS (Reuters) - Al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, le espera un tórrido fin de semana en México.
La canciller Angela Merkel está tan preocupada con conseguir que el segundo rescate para Grecia sea aprobado por su mayoría parlamentaria el próximo lunes que ha endurecido la postura de Berlín ante cualquier aumento en los fondos financieros de la zona euro.
En consecuencia, Schäuble se enfrentará a una combinación de fuerzas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Estados Unidos, China, Japón y la mayoría de sus socios europeos en la reunión de ministros de Finanzas del G-20, en la que se exigirá en que Europa haga más para combatir la crisis de deuda soberana antes de ofrecer un centavo extra.
Los líderes de la Unión Europea tenían la esperanza de que después de lograr un nuevo tratado de disciplina fiscal, Alemania cedería y acordaría en el Consejo Europeo del 1 de marzo combinar el poder de fuego del actual fondo de rescate temporal de Europa y uno permanente, ya planeado. Eso a su vez podría abrir el camino para que el FMI aumentara su fondo de contingencia para ayudar a los estados afectados por la crisis.
Pero el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, dijo el miércoles que "la postura del Gobierno alemán no ha variado, eso significa que no, no es necesario".
"Lo que se acordó con los socios (en diciembre) fue que en marzo se estudiaría el tamaño", expresó, agregando que las condiciones en los mercados de bonos de los estados periféricos de la zona euro como Italia y España han mejorado desde entonces.
La Comisión Europea ha dejado claro que recomendará el funcionamiento los dos fondos de rescate en paralelo para proporcionar una mayor protección contra el riesgo de contagio financiero.
"La tarea de la Comisión es decir la verdad según la vemos y vemos que (un fondo combinado) es esencial para superar la crisis y volver a la recuperación y al crecimiento", dijo el jueves el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn.
"Confío que en el momento oportuno llegaremos a esta conclusión en la zona euro y entre los líderes del área", sostuvo Rehn en una entrevista con Reuters.
"MUY AISLADOS"
Alemania perdió a su principal aliado entre los acreedores de línea dura del norte del continente después de que el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, dijera en una entrevista el miércoles que ahora es partidario de impulsar los fondos de financiación.
"Estamos dispuestos a combinar los recursos de los dos fondos a nuestra disposición para que podamos tener un poder de fuego de 750.000 millones de euros. Vamos a ver si podemos concluir en marzo", dijo De Jager al diario francés Le Monde.
"Pregúntenle a Alemania, que se ha opuesto con Francia desde octubre. Tenemos que tener los recursos adecuados para garantizar la estabilidad financiera", agregó.
Francia también está a favor de un fondo de rescate más grande, pero ha apoyado a los alemanes en público para evitar arrinconar a Merkel, dijeron diplomáticos.
"Somos conscientes de que estamos muy aislados, pero esto tiene que ser una decisión unánime", dijo una fuente alemana de alto nivel.
México, que preside el G-20, ha dejado en claro que los europeos tienen que demostrar que incrementarán su cortafuegos para desbloquear un nuevo apoyo del FMI.
/Por Annika Breidthardt y Paul Taylor/
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